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Escenas de cine (XV): La princesa prometida (1987)


Hoy he sacado un huequito para hablaros de una de mis películas favoritas. Una de las que he visto miles de veces y que no me canso de ver nunca.

¿Quién no ha oído hablar de La Princesa Prometida? Todos hemos escuchado alguna vez la memorable frase: "Hola, soy Íñigo Montoya. Tú mataste a mi padre, prepárate a morir". La frase por excelencia de esta película. No obstante, antes de hacer mención a la escena que hoy viene a mi mente, vamos a recordar un poco el argumento de este film.
La película empieza con un abuelo (Peter Falk) que va a visitar a su nieto (Fred Savage), que se encuentra enfermo y al que decide contarle un viejo cuento para amenizarle el tiempo. En un principio, el niño se aburre con la historia pero, pronto empezará a interesarse más y más por ella.

El relato cuenta cómo la joven Lady Buttercup (Robin Wright) pasa sus días en en su granja, donde conoce a Westley (Cary Elwes), un mozo de caballerizas al que siempre intenta enojar ordenándole las más arduas tareas. Con el tiempo, ambos crecen y se enamoran perdidamente el uno del otro.

Un día Westley abandona la granja y el reino con el fin de ganar dinero y así poder casarse con ella. Pero Westley no alcanzará su destino, pues su barco fue atacado por el pirata Roberts, que siempre mataba a sus prisioneros. Buttercup piensa que su amado ha muerto a manos del villano, por lo que se compromete con el malvado príncipe Humperdinck (Chris Sarandon).

No obstante, antes de la boda es raptada por tres hombres: el inteligente Vizzini (Wallace Shawn), el gigante Fezzik (André el Gigante) y el espadachín Íñigo Montoya (Mandy Patinkin), que vive para vengarse de un hombre con 6 dedos que mató a su padre. Los tres huyen con ella en barco, con el objetivo de derrocar al déspota de Humperdinck. Pero un temible encapuchado les persigue y, pese a que los tres secuestradores intentan deshacerse de él, no lo consiguen y éste termina venciendo a todos de una manera u otra. Entonces, la bella Buttercup y el encapuchado huyen perseguidos por Humperdinck y sus tropas. Ella piensa que el que se encuentra tras la máscara es el famoso Pirata Roberts, aunque después se daría cuenta que en realidad es Weastley, quien no estaba muerto. 

Sin embargo, y tras varias vicisitudes, los dos amantes son apresados por Humperdinck y, pese a que Buttercup le promete que si deja con vida a Westley, ella se casará con él, el villano no cumple su promesa. 

Entretanto Fezzik se reencuentra con Montoya, quien ya ha averiguado quién es el hombre de 6 dedos y así podrá vengar a su padre. Juntos buscan a Westley para que los ayude, aunque lo encuentran muerto. Así, deciden llevarle ante el Milagroso Max (Billy Crystal), un mago despedido de la corte, cuya esposa Valerie (Carol Kane) le insistirá a usar sus poderes para ayudar a devolver a la vida a Westley, quien ha encontrado el amor verdadero y, además, para vengarse del príncipe.

Pues bien, después de este breve resumen, comentaré que "La Princesa Prometida" ha cumplido este año 2017, y más concretamente hoy, 18 de diciembre, nada menos que 30 años. Es una historia de amor, pero toda la película gira entorno a otros tipos de afecto: el que sienten Íñigo y Fezzik como amigos, el que sienten los ancianos brujos pese a discutir constantemente y, sobre todo, el que siente el abuelo por su nieto, y viceversa. Lo que han perdido de realismo los efectos especiales de "La Princesa Prometida", lo ha ganado en significado: hoy son necesarias producciones que reivindiquen valores como el honor y la lealtad, la amistad, la familia o el amor, y aprender a reírse de uno mismo. 

Y, para ello, la escena de cine de hoy es la relativa a la de la boda entre el Príncipe Humperdinck y Lady Buttercup. Para mi, una de las mejores de todo el film. En la iglesia, suena la música. Se ven a los contrayentes y al obispo de espaldas. De repente, éste se da la vuelta, les ordena ponerse en pie y da comienzo a su "discurso": 
"El madimonio.. El madimonio es lo que nos ha deunido hoy a todos aquí. El madimonio, ede acueddo bendito, ed un dueño dento de un dueño... Vuedtro amod, año trad año, deguidá adí pada diembre... Adí que guaddad como un tezodo..."
Espero que os guste y, aquéllos que aún no la hayan hecho, se animen a ver esta gran película. Ahí va la escena de cine...


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