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"¡Copiad Malditos!": Caminos alternativos al "copyright"


Hoy he decidido hacer una entrada sobre un tema bastante interesante, los famosos derechos de autor y la polémica actual sobre la copia y distribución de la cultura. Hoy en día el sistema actual está siendo muy criticado, y parece que es necesario un profundo cambio en la gestión cultural. Aquí podéis ver un documental, de un poco menos de una hora, que me parece muy interesante, y con el que queda mas claro el por qué de esta situación y las posturas de unos y otros. ¿Qué pensáis vosotros acerca de esto?


¿Qué es la propiedad intelectual? ¿Y el copyright? ¿Hasta qué punto se puede poseer una idea? ¿Qué derechos emanan de esta propiedad reconocida ampliamente por la ley desde los tiempos de la revolución industrial?

La ley es clara al respecto y a su abrigo, desde hace décadas, han proliferado las llamadas entidades de gestión de derechos como SGAE, CEDRO, VEGAP etc. que en teoría se dedican a proteger los derechos de los autores. Sin embargo, desde hace algunos años y especialmente desde la irrupción masiva de la sociedad de la información, el sistema se está cuestionando constantemente. ¿Hasta qué punto puede ser un delito copiar? ¿No copiamos todos constantemente cuando pensamos?

Copyright vs Copyleft

Una nueva batalla ha comenzado, las compañías discográficas se quejan de pérdidas millonarias por el famoso 'top manta', mientras que los usuarios piden que se les permita usar una tecnología que está disponible y no se puede mirar hacia otro lado.

Uno de los mayores exponentes de esta realidad es elsoftware libre, y más concretamente el sistema operativo Linux. Hoy en día Linux es casi tan sencillo como Windows y millones de personas lo utilizan en todo el mundo sin tener que pagar por ello. Además, ha sido desarrollado por personas que lo mejoran y lo ponen a disposición del público sin ningún tipo de restricción. En España se han creado varias versiones de este sistema operativo, como la impulsada por la Junta de Extremadura con su pionero Linex.

En el mundo editorial ya existen modelos basados en la publicación libre de las obras en internet. Curiosamente, no hace que las ventas de los trabajos editados en papel bajen, pues los compradores se sienten más seguros al poder leer lo que buscan antes de comprarlo. Asimismo hay cambios en el negocio musical, puesto que miles de grupos y artistas cuelgan sus trabajos en la red olvidándose de los intermediarios y el usuario puede descargarse sus canciones, disfrutarlas y compartirlas.

Los músicos que utilizan este sistema aspiran a poder llenar las salas de conciertos y así vivir de su arte sin tener que negar al público lo inevitable, el derecho a la copia. Se abre así un nuevo sentido de la propiedad intelectual que tiene ya millones de adeptos, es el copyleft.

Copyright: conjunto de normas y principios que regulan los derechos morales y patrimoniales que la ley concede a los autores (los derechos de autor), por el solo hecho de la creación de una obra literaria, artística, científica o didáctica, esté publicada o inédita (Fuente: Wikipedia).

Copyleft: el copyleft es una práctica al ejercer el derecho de autor que consiste en permitir la libre distribución de copias y versiones modificadas de una obra u otro trabajo, exigiendo que los mismos derechos sean preservados en las versiones modificadas (Fuente: Wikipedia).

El documental ¡Copiad, malditos!

En ¡Copiad, Malditos! ponemos sobre la mesa losnuevos retos éticos y morales que plantea la revolución digital y vemos cómo los 'árboles no nos dejan ver el bosque', debido, tal vez, a la sobreinformación.

¡Copiad, malditos! se ha emitido en La 2, dentro del espacio El documental. En él descubrimos a los personajes que están ahora mismo en el centro de esta lucha, como el abogado David Bravo o el escritor Lorenzo Silva. También a algunos ciudadanos que se han armado de valor y con la ayuda desinteresada de abogados experimentados se han lanzado a la lucha legal contra todopoderosa SGAE. 

Hemos entrevistado a los impulsores de nuevos caminos para la edición y distribución de obras. Editoriales y autores del siglo XXI que mantienen que la creación se defiende compartiéndola y demuestran que afortunadamente, hoy la creación intelectual goza de buena salud. En ¡Copiad, malditos! intentamos desenmarañar la red legal que regula hoy en día la propiedad intelectual. Es decir, una serie de textos legales incomprensibles para la mayor parte de los ciudadanos que, sin embargo, se ven diariamente afectados por su aplicación.

Primer contenido Creative Commons en RTVE.es
El documental ¡Copiad, Malditos! es el primer contenido bajo licencia Creative Commons (BY/NC 3.0 Unported) que se emite en Televisión Española. Esto quiere decir que está libre de derechos y que los usuarios se lo pueden descargar gratuitamente en calidad media y en calidad alta.

Tras permanecer dos semanas on-line el documental puede descargarse en la página web de ¡Copiad, Malditos! y verse con la transcripción completa en "A la carta". Por otra parte, en la web copiadmalditos.net pueden encontrarse todas las entrevistas íntegras de los participantes en el documental.

Fuentes:

M. C. Escher: un paseo por mundos imposibles

No entiendo mucho del arte pictórico, pero sí sé reconocer cuando algo me llama la atención y me hace detenerme unos segundos. Quizá por mi mente matemática o mi tendencia a virar siempre hacia las cosas raras, M. C. Escher es el pintor que más me ha atrapado de todos cuantos conozco (el termino "pintor" quizá no es muy acertado para describir a Escher, pero, generalizando, se le puede considerar como tal).

"Self Portrait" (1929)

Maurits Cornelis Escher, M. C. Escher o "Mauk" para los más cercanos, nació en Leeuwarden (Países Bajos) el 17 de junio de 1898. Es conocido por sus grabados y litografías, sus figuras imposibles y sus mundos inventados y ha sido objeto de asombro de muchos matemáticos.

Hijo de un ingeniero hidráulico, desde pequeño no tuvo mucho interés en los estudios; en general, era un mal estudiante, salvo en dibujo donde llegó a destacar. También recibió estudios de carpintería y piano hasta los 13 años. En 1919 empezó a estudiar arquitectura presionado por sus padres en la Escuela de Arquitectura y Artes Decorativas de Haarlem. Tras suspender varias asignaturas dejó los estos estudios de arquitectura y cambia a los de artes decorativas y conoció al profesor Samuel Jessurun de Mesquita. Adquirió buenos conocimientos de dibujo, y llegó a dominar con gran maestría la técnica de grabado en madera.

"Self Portrait in a Chair" (1920)
"Flower" (1920)

Hacia 1922 se mudó a Roma donde estuvo viviendo una larga temporada. Le gustaban el clima y los paisajes italianos, cuyos pequeños pueblecitos costeros supusieron una gran inspiración para muchas de sus obras. En 1924 conoció en uno de esos viajes a Jetta Umiker, que se convertiría en su mujer y con quien tendría tres hijos.

"Inside St Peter's" (1935)
"Tower of Babel" (1928)

Escher también viajó por España, visitando ciudades como Madrid o Toledo, pero sería Granada con su Alhambra y Córdoba con su Mezquita las que le fascinarían de verdad. Lo que aprendió allí tendría fuertes influencias en muchos de sus trabajos, especialmente en los relacionados con la partición regular del plano y el uso de patrones que rellenan el espacio sin dejar ningún hueco.

"Procession in Crypt" (1927)
"Castrovalva" (1930)
"Hand with Reflecting Sphere" (1935)

En 1935 abandonó Italia rumbo a Château-d'Œx (Suiza) debido al clima político que se estaba viviendo en el país con Mussolini en el poder. Tras un par de años en el país helvético, se trasladó a Ukkel (Bélgica) porque el frío clima de los Alpes no le resultaba agradable ni inspirador. En 1941 la familia Escher se iría a Baarn (Países Bajos) y debido al mal clima abandonó sus motivos paisajísticos y comenzó a buscar en su mente una nueva fuente de inspiración.

"Still Life and Street" (1937)
"Cycle" (1938)
"Up and Down" (1947)
"Metamorphosis I" (1937)
"Metamorphosis II" (1940). Tiene unas dimensiones de 19.2 cm × 389.5 cm

Hasta 1951 vivió dependiendo económicamente de sus padres. A partir de entonces comenzó a vender sus grabados obteniendo un buen dinero por ellos. Esto le permitió vivir sus últimos años con una economía personal excelente. Hacia el final de su carrera se dedicó a realizar encargos de copias de litografías y grabados, diseños de sellos, portadas de libros y algunas esculturas en marfil y madera.

"Relativity" (1953). Quizá su obra más famosa
"Ascending and Descending" (1960)

"Waterfall" (1961)
"Moebius Strip II" (1963)
"Snakes" (1969)

Su taller se convertiría entonces en una especie de "máquina de fabricar billetes" hasta que cayó enfermo, lo que supuso un parón en su trabajo. En 1969 realizó "Serpientes" su último trabajo original, que demostraba que su habilidad seguía intacta. En 1970 se traslada a la casa Rosa Spier en Laren (Países Bajos), una residencia para artistas donde disponían de estudio propio.

El 27 de marzo de 1972 a la edad de 74 años Escher fallecería dejando tras de sí más de 400 litografías y grabados en madera, y también unos 2.000 dibujos y borradores. De muchos existen decenas, cientos e incluso miles de reproducciones. Muchas de su obras se vendieron masivamente tras su muerte y están esparcidas por todo el mundo. Un grupo importante está expuesto de forma permanente en el "Museo Escher" en La Haya (Países Bajos).

Fuentes:

Casiano Alguacil, el GRAN fotógrafo toledano

Llevaba ya un par de semanas sin escribir nada, no por falta de ganas, sino por falta de tiempo. Hoy os traigo alguien que, para mi, era un completo desconocido hasta que hice el Proyecto Fin de Máster sobre él y su obra: Casiano Alguacil. Y ya aprovecho para dar las gracias a Juan Miguel Sánchez-Vigil, profesor y tutor de mi TFM, por aguantarme tantos días en su despacho mientras llevaba a cabo el mismo.

Lo que va en estas líneas es, exactamente, lo que encontré acerca de su vida y las características de sus obras. Por esta razón, y por si alguno se quiere atribuir el hecho de haber investigado sobre él mediante la copia íntegra de este texto, aviso que toda esta información está registrada desde 2009. No es ser mala persona, es dejar claro quién se dedica a investigar y quién no. Y ya digo, es por si acaso a alguien se le ocurriese dicha idea. Pero, ante todo, espero que os guste tanto como me gustó a mi tras irle descubriendo poco a poco...

Casiano Alguacil. Retrato. Por Eugenio Rodríguez
Casiano Alguacil Blázquez nació en Mazarambroz (Toledo) el 14 de Agosto de 1832. Fue en este municipio toledano donde transcurrió su infancia hasta cumplidos los siete años, cuando su familia decidió trasladarse a Madrid. En la capital de España conoció a su primera esposa, Ramona Cuesta, con quien se casó en 1856 y de la que poco después enviudaría.

En 1862, regresó a Toledo, encontrando un panorama bastante atractivo para ejercer su profesión. Fotógrafos como el inglés Charles Clifford o el francés Jean Laurent, ya habían inmortalizado la ciudad pero no existía ningún estudio fotográfico fijo en la capital del Tajo, por lo que al llegar Alguacil a la ciudad instaló su primera galería, ubicada en el centro de Toledo, cercano a la plaza de Zocodover y de la calle del Comercio, lo que garantizó que en pocos meses fuera muy conocido y, rápidamente, creciera su fama y se convirtiera en el fotógrafo más activo de la ciudad.

Casiano Alguacil destacó tanto por ser buen profesional como innovador, ya que fue el primer artista local que comerció con fotografías de Toledo. Creó su propio Museo Fotográfico partiendo de la producción de grandes series, con ello pretendía recoger imágenes de los monumentos más relevantes de Toledo, de otras poblaciones de España y del extranjero. No obstante, no hay constancia alguna de fotografías del extranjero, por lo que esta idea inicial se vio algo alterada y, por tanto, los contenidos de su Museo Fotográfico eran principalmente locales y, excepcionalmente, nacionales. Así pues, su producción estaba centrada en la realidad toledana, de ahí que fuera considerado una figura importante como principal cronista local de la época. 

En la década de los setenta, el estado de muchos de los monumentos de Toledo era bastante lamentable, por lo que la Comisión Central de Monumentos encargó a Alguacil la tarea de fotografiarlos ante la posible desaparición de éstos. Así, sus fotografías dejarían constancia gráfica de las obras para la posteridad y, además, constituirían el elenco de detalles arquitectónicos y artísticos necesarios para ilustrar la parte correspondiente a Toledo en la obra Monumentos Arquitectónicos de España, publicada por Amador de los Ríos. Esta obra no fue publicada hasta 1905, aunque se fraguó en las décadas anteriores. La mayoría de estas fotografías, acompañadas de descripciones del autor, aparte de ser encargadas por la Comisión, formaron parte ya del citado Museo Fotográfico, por lo que el artista siguió plasmando en sus placas todo el compendio monumental de la antigua capital imperial. Estas fotografías sirvieron después, en muchos casos, para la restauración de algunos monumentos y, en otros casos, constituyeron la memoria de lo que existía y que, por desgracia, se perdió.
Puerta de Bisagra, ca. 1880. Archivo Municipal de Toledo
Alguacil trabajó el género de los retratos de estudio en el habitual formato carte de visite, pese a que prefería la fotografía de exteriores. A finales de los setenta, destacó, además de cómo fotógrafo, como político, ya que formó parte de la actividad de su municipio y representando los intereses de la gente de clase media, a la que él pertenecía, formada en su mayor parte por comerciantes y profesionales liberales. Así pues, con su ideología revolucionaria y republicana, fue nombrado concejal del Ayuntamiento en 1868 y, poco después, Regidor y miembro de las Comisiones de Teatro e Instrucción Pública, cargo que desempeñaría durante un año al no resultar reelegido en 1869. Ese mismo año, volvió al Ayuntamiento como responsable de la Comisión de Espectáculos, Funciones Públicas, Ferias, Mercados y Orden Interior, cuya misión era supervisar y preparar los festejos a celebrar en la ciudad. Un año después, fue nombrado responsable de la Comisión especial de Aguas (Archivo Municipal de Toledo. (1870). Libros de Actas Capitulares, núm. 289, pp. 26-31), enfrentándose al problema de la gestión y suministro del agua, grave problema de la ciudad. 

En 1871, tras el fallecimiento de su madre, Alguacil pasó algunos meses de soledad hasta que conoció a quien sería su segunda esposa, Elisa Hernández, hija de José Hernández, corresponsal en Toledo del fotógrafo madrileño Suárez.

Durante el siglo XIX, el turismo se fue forjando como una fuente de ingresos bastante rentable para los toledanos, por lo que Alguacil y su cuñada, Salud Hernández, primera guía turística femenina de la ciudad explotaron ese negocio conjuntamente.

A partir de 1874 el artista toledano no volvería a ocupar cargos en el Concejo, aunque siguió siendo persona conocida y respetada entre sus paisanos y, por tanto, pudo dedicarle más tiempo a mejorar su negocio y a la fotografía, realizando las que han sido consideradas sus mejores obras. En esta época, su comercio ya era conocido como Museo Fotográfico, ya que tenía una gran visión comercial. 

Sus fotografías ilustraron varias revistas, tanto de forma regular como ocasionalmente, con imágenes de los monumentos, los tipos y costumbres. Además de inmortalizar monumentos para formar parte de álbumes, realizó gran cantidad de reproducciones artísticas y captó con su cámara los tipos, oficios y costumbres de la época, como hizo el francés Jean Laurent.

Detalle de un patio toledano en la calle de las Bulas,
ca. 1880. Archivo Municipal de Toledo
En 1883, su actividad era frenética, con gran número de clientes, tanto del sector público como privado.

A principios del siglo XX, alcanzó tal popularidad que muchos de los viajeros que pasaban por la ciudad, compraran sus colecciones. Es importante señalar que el fotógrafo Laurent y el editor Calvert, utilizaron sus fotografías para completar sus colecciones de monumentos y ciudades españolas, como ilustraciones para el volumen dedicado a Toledo en la obra Spanish Series. Sin embargo, por su avanzada edad cada vez le dedicó menos tiempo a su labor como fotógrafo pese a ser un gran trabajador, por lo que su actividad fue disminuyendo poco a poco.

En 1906, se celebró en Toledo el Concurso Regional de Fotografía Manchega, donde participaron profesionales y aficionados. El triunfador fue Casiano Alguacil, que no sólo obtuvo el primer premio en la segunda sección, titulada Monumentos, detalles artísticos y vistas de población, sino que también fue galardonado con el Premio de Honor. Estos fueron los primeros reconocimientos a su labor fotográfica.

El 12 de noviembre de 1908, Casiano Alguacil, contando ya con 76 años, donó desinteresadamente al Ayuntamiento de Toledo sus negativos fotográficos, centenares de placas de vidrio y algunos positivos con el fin de evitar que su negocio y su obra cayesen en manos extrañas. A cambio de este legado, el Ayuntamiento acordó concederle un salario diario de 1,50 pesetas para realizar dos cometidos: la creación de un Museo Artístico Fotográfico en las Casas Consistoriales, ocupándose de su instalación, custodia y conservación y, atender la Biblioteca Popular Municipal, que albergaba los libros de temática toledana y fotografías de los principales monumentos de la ciudad. Además, se acordó que recibiría otras 120 pesetas para afrontar los gastos de instalación necesarios, sumando, un total de 694,50 pesetas anuales.

En consecuencia, la obra del artista quedó reconocida al conseguir la ordenación de la colección y se garantizaba su difusión. Por otra parte, Alguacil tuvo la satisfacción personal conservar su propia colección, al tiempo que obtenía un beneficio económico, ya que podría comercializar duplicados de las fotografías a los visitantes. Este museo permaneció abierto hasta algunos años después de la muerte de su conservador pero, con el tiempo, fue abandonado. 

Alguacil cerró su negocio y, el 1 de diciembre de 1911, murió su esposa Elisa. Sus últimos días fueron tristes, en soledad, sin dinero, con su obra esparcida, pero continuando con su labor como conservador del museo fotográfico.

En junio de 1914, ya agotado por sus 82 años, ingresó en la Sala de Distinguidos del Hospital de la Misericordia, donde falleció el 3 de diciembre. Toda la prensa toledana se hizo eco de la noticia, elogiando sus virtudes, su arte, lo que hizo por Toledo, su bondad…. El Día de Toledo, periódico carlista, en su edición del 10 de diciembre de 1914, dedicó unas palabras al fotógrafo con el título “Los que se van: Casiano Alguacil”:
¡Descanse en paz el insigne anciano, el incansable y laborioso fotógrafo, decano tal vez no sólo de los de Toledo, sino de los de toda España!

Alguacil recibió numerosos homenajes póstumos. Siempre fue considerado un gran artista por la cúpula intelectual toledana, como demuestra el acto realizado por el Ateneo de la ciudad el 9 de julio de 1915 en el palacio de la Diputación Provincial. La vida del Museo Artístico y Fotográfico fue efímera y aunque tras la muerte del artista se mantuvo abierto algunos años, acabó cayendo en el olvido, siendo finalmente cerrado. Hacia 1980 el legado de Alguacil estaba formado por un conjunto sin cuantificar de placas de vidrio, copias en papel realizadas por el fotógrafo en vida montadas sobre paspartú y un ejemplar de la publicación Monumentos Artísticos de España, junto con otras copias, también en papel, realizadas después de su muerte.

Según el historiador Publio López Mondéjar (1984:25), “De entre los fotógrafos toledanos primeros, fue el único que tuvo instinto y capacidad suficiente para sacar sus cámaras a la calle y retratar la ciudad y sus gentes, tal como lo habían hecho antes Clifford y, sobre todo, Laurent. Sus fotografías de tipos populares —mendigos, sombrereros, azacanes, barberos— son sencillamente magníficas y tienen mucho que ver con las realizadas en otras latitudes por hombres como Thompson en el Londres de 1877, L. Sawyer en Newcastle, Meadow Sutcliffe en Whittby y, sobre todo, Eugene Atget en el París finisecular”.

Vidal Benito Revuelta (1966:49-62), en su obra Bécquer y Toledo califica a Casiano Alguacil como “un verdadero poeta gráfico —y pionero de la fotografía— de la ciudad imperial”, considerando que Bécquer podría haberse inspirado en sus fotografías para realizar sus grabados para la obra Historia de los templos de España.

Características de sus Fotografía.

La fotografía de Alguacil se caracteriza por el uso de técnicas y materiales habituales en su época, aunque, con el tiempo, se fue adaptando periódicamente a las novedades que iban surgiendo en el mercado. Las emulsiones y soportes empleados fueron:
  • Papel a la albúmina. Proceso inventado en 1847 por Nièpce de Saint Victor consistente en la aplicación de albúmina o clara de huevo, mezclada con cloruro de potasio y yoduro de sodio que, al exponerse a la luz, daba una imagen de gran transparencia y detalle. Precisaba de un fijado perfecto para no perder calidad y se empleó hasta finales del siglo XIX. (Sánchez Vigil, J. M., 2002:16). En sus inicios, lo utilizó para fotografías en sus viajes por las provincias españolas y en sus primeros años toledanos. El uso de esta técnica se generalizó en España a partir de 1850 y Alguacil lo empleó hasta el final de sus días.
  • Negativos de colodión húmedo. Emulsión empleada hacia 1851 para la obtención de pruebas fotográficas, reemplazando a la albúmina. Consistía en una mezcla entre algodón y pólvora (piroxilina) sumergida en diversos ácidos y tratada posteriormente con bromuro de potasio y nitrato de plata. Se exponían las placas a la luz y, antes de que éstas se secaran, debían revelarse mediante la utilización de ácido acético (vinagre) y pirogálico y fijarse con hiposulfito de sodio. (Sánchez Vigil, J. M., 2002:170). Esta técnica supuso una revolución en el mundo de la fotografía, debido a que se redujeron considerablemente los tiempos de exposición, lo que benefició notablemente a este artista, pudiendo retratar la figura humana de forma más realista e, incluso, se consiguió que la emulsión resultante fuera mucho más estable. 
  • Gelatino-bromuro. También denominada placa seca, consistía en una emulsión formada por bromuro de plata y gelatina que, una vez seca, se depositaba sobre la placa de vidrio para su exposición a la luz. Richard Leach-Maddox presentó dicha emulsión en septiembre de 1871. (Sánchez Vigil, J. M., 2002:388). Alguacil comenzó a utilizar este procedimiento en la década de los ochenta, cuando se convirtió en la solución definitiva para la consecución de la placa seca. Consistía en cubrir las placas de cristal con una emulsión formada por gelatina y sales de plata sensibles a la luz.

En cuanto al equipo fotográfico utilizado, era muy difícil de transportar, debido a su elevado peso, sobre todo en sus inicios al trabajarse con placas de colodión húmedo. Los componentes del equipo eran la cámara, el trípode, las placas, los productos químicos y muchos otros artilugios que el artista llevaba consigo en sus desplazamientos. Así pues, el fotógrafo debía poseer una destreza notable para trabajar, usando máquinas aparatosas y revelando en el lugar donde se realizaba la fotografía.

Como dificultad añadida, cabe destacar que el fotógrafo Casiano Alguacil seleccionaba perspectivas recónditas que necesitaban de un gran angular, así como de un encuadre muy pensado. En sus estudios sobre la luz y el espacio, queda patente su gran calidad artística.

En cuanto a la temática de su obra, Alguacil se centró con los asuntos tratados en esa misma época, dentro del círculo internacional. No obstante, logró incluir un toque artístico y personal en su producción, consiguiendo una clara diferenciación del resto de fotógrafos de la época. Así, en sus obras, plasmaba la forma de vida en el Toledo de finales del siglo XIX, mostrando cómo eran sus gentes sin condicionamiento social, es decir, retrataba tanto a mendigos como al más alto prelado de la Catedral Primada de España. Además, con su cámara inmortalizó numerosos oficios de la época, muchos de ellos hoy desaparecidos sin pretender, en ningún caso, la reivindicación de las condiciones laborales, sino todo lo contrario, dejar constancia de una época en la que los hombres mostraban con orgullo y satisfacción su dedicación al trabajo artesanal.

Joven azacán, ca. 1880. Archivo Municipal de Toledo
Debido a su condición toledana, es posible que Alguacil fuera un gran conocedor de los problemas de la ciudad, por lo que uno de los temas a tratar en su fotografía fue el de la falta del agua: Toledo, pese a ser una ciudad rodeada por el río Tajo, no se lograba hacer llegar el agua hasta el casco urbano, lo que dio lugar a la fabricación de distintos ingenios y la generalización de la figura del azacán. Así pues, Casiano Alguacil dedicará parte de su obra a tratar este asunto desde distintas vertientes: aguadores, fuentes, trabajos directamente vinculados al río y la importancia del agua en el día a día de los toledanos.

La parte más extensa de la fotografía del artista toledano sea la dedicada a los monumentos y es que Alguacil, al igual que muchos fotógrafos de su época, vivía de su comercio, por lo que estas representaciones arquitectónicas le proporcionaban un mayor beneficio económico. De este modo, distribuyó sus colecciones fotográficas en distintas entregas, publicando diversos álbumes con las obras más representativas de Toledo: monumentos arquitectónicos y bienes inmuebles, aunque también fotografió una importante serie de elementos artísticos de la catedral, incluyendo pinturas, esculturas, objetos litúrgicos y multitud de artes decorativas.

El testimonio que el artista deja con su cámara oscura es, en definitiva, el de una ciudad artística que está agonizando, por lo que, sus monumentos, calles,…, aparecen casi siempre vacíos, aunque, en ocasiones, llena la escena con personajes de carácter estático y acartonado, como un mendigo sentado o una joven con un cántaro. Así pues, el repertorio fotográfico del autor se centra en lo arqueológico, lo histórico y lo castizo; el resto, son sólo aspectos secundarios. Alguacil supo inmortalizar plazas y calles que hoy, a veces, son desconocidas, por lo que sus fotografías presentar, en mayor parte, un valor testimonial. Sin embargo, el fotógrafo no captó imágenes —o no se han conservado— del Toledo cambiante, como las antiguas Carnicerías o la Casa de Comedias —actual Teatro de Rojas—, así como de edificios que han desaparecido o que fueron sustituidos por otros nuevos. Casiano Alguacil fotografió la capital visigoda pero, no se quedó ahí, sino que recorrió las dos Castillas así como Andalucía para inmortalizarlas con su cámara.
Hotel Castilla. Archivo Municipal de Toledo.
Aunque la especialidad de Alguacil siempre fue la fotografía de monumentos, hay que decir que, como todo fotógrafo del siglo XIX, también se dedicó a la producción de retratos. Éstos, al tener una difusión menor y un carácter mucho más privado que el resto de obras, han llegado en menor cantidad hasta nuestros días.

En relación a la identificación de las fotografías, generalmente, al pie de sus negativos, aparecía la firma del autor de la siguiente manera: Alguacil Fº. Toledo. A continuación, aparecía una breve descripción sobre el tema de la fotografía y, seguidamente, el lugar geográfico al que pertenecía la misma. Casiano Alguacil se encargaba personalmente de adherir esta rotulación al cristal de sus negativos para, posteriormente, acompañar a la imagen positivada. Sin embargo, no todos sus trabajos presentaban esta marca de propiedad, por lo que no ha quedado aludida la paternidad artística de la imagen comercializada.

Como he mencionado anteriormente, la actividad de Alguacil pasó por grandes líneas comerciales del siglo XIX, desde el conocido retrato hasta las colecciones de monumentos distribuidos por entregas a los suscriptores, sin olvidar las famosas cartes-de-visite o tarjetas de visita. También sus imágenes llegaron a revistas y periódicos, provocando un olvido frecuente o, incluso, la usurpación de su propiedad con el paso del tiempo. Muchas de estas tarjetas de visitas salieron de sus grandes y antiguos negativos de vidrio tan conocidos. Hay que añadir que el fotógrafo de Mazarambroz ya editó alguna de ellas antes de 1905, sin figurar la imprenta en la que fueron reproducidas y con el reverso aún sin dividir.
Retrato de una joven toledana en formato carte-de-visite,
ca. 1890. Archivo Municipal de Toledo
Fuentes:
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  • BÉJAR, L. F. y CERRO MALAGÓN, R del. (2007). Postales de Toledo en la colección Luis Alba, 1898-1968. Toledo, Antonio Pareja.
  • BENITO REVUELTA, V. (1971). Bécquer y Toledo. Madrid: Madrid: Publicaciones del Instituto Provincial de Investigaciones y Estudios Toledanos.
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  • RÍOS VILLALTA, R. A. de los. (1905). Monumentos arquitectónicos de España, tomo I. Toledo, Madrid, Ed. Martín Gamoneda.
  • SAN ROMÁN, F. de B. (1928). Los azacanes de Toledo y su cofradía. En El Castellano, núm. extraordinario de Semana Santa.
  • SÁNCHEZ TORIJA, B. (2006). Casiano Alguacil: los inicios de la fotografía en Toledo. Ciudad Real: Centro de Estudios de Castilla-La Mancha.
  • SÁNCHEZ VIGIL, J. M. (2002). Diccionario Espasa Fotografía. Madrid, Espasa Calpe.
  • SÁNCHEZ VIGIL, J. M.; LEÓN-SOTELO Y AMAT, M. T. de; OLIVERA ZALDUA, M. (2009). La colección fotográfica Laurent en el Museo Textil de la Universidad Complutense de Madrid: tipos y trajes populares. Madrid: Universidad Complutense.
  • SOUGEZ, M. L. y PÉREZ GALLARDO, H. (2003). Diccionario de Historia de la Fotografía. En Cuadernos de Arte Cátedra. Madrid: Cátedra.
  • VV. AA. (1983). Toledo en la fotografía de Alguacil, 1832-1914. Toledo: Ayuntamiento.

Mejoras y Sugerencias

Abro esta nueva sección del blog porque debido a unos pequeños cambios que realicé hace  poco, creo que la mejor forma de que la gente los conozca y que además participen en ellos es crear esta sección, donde podamos hablar sobre los posibles cambios, sugerencias, mejoras, nuevas secciones... y que cada uno pueda aportar su granito de arena.

NOROGACA EN VERSIÓN MÓVIL

El primer cambio del que quiero hablar es que ya está disponible la versión movil de nuestro blog. Tanto los dispositivos móviles de apple como los android al meterse en el blog se redireccionan a la versión móvil, pero como otros dispositivos móviles no pueden redireccionar debido a su sistema operativo, aquí dejo el enlace para que los demás se puedan meter. http://norogaca.blogspot.com/?m=1 Como veis solo con meter /?m=1 al final basta.

He decidido activar la versión móvil porque estos dispositivos tardan mucho en cargar y dan problemas para plantillas de ordenador. La plantilla para móviles es mucho mas simple, requiere menos memoria, carga rápido y resulta más fácil de utilizar en pantallas táctiles. De todas formas para el que quiera puede pinchar en "Ver versión web" para ver la versión completa.

NUEVAS PESTAÑAS

Otro cambio que hemos hecho es poner nuevas pestañas para las secciones de "Personajes" y "Toledo". Estas son las primeras secciones sobre las que vamos a realizar artículos periódicos, y con ellas pretendemos que nazcan otras y puedan despertar el interés de mucha gente y aportar algo bueno.

PERSONAJES

Con la sección de personajes lo que pretendemos es poder aprender un poquito mas acerca de los grandes personajes de la historia. Unos serán conocidos y otros menos conocidos, pero de todos podemos aprender un poco, averiguar quien fue el que escribió tal libro, o que edificios diseñó tal arquitecto, aprender algo de su forma de ser o de sus ideas mas ocultas.

TOLEDO

La sección de Toledo es una sección hecha con la intención de contar a la gente un poco acerca de la historia de nuestra ciudad, de sus calles, plazas, edificios, de su evolución a lo largo de los años, de su artesanía, sus oficios, leyendas, etc. En definitiva, aportar todo lo que se pueda acerca de Toledo, una ciudad de la que personalmente me siento enamorado, en la que caminar por sus calles hace pensar en siglos atrás, en el Toledo de las tres culturas, cuando había judíos, árabes y cristianos. Una ciudad de la que creo que se sabe bastante poco y de la que trataremos de contar todo lo que podamos y de la mejor forma posible.

Toledo, ciudad con infinitas curiosidades III

Como tercera entrega de las curiosidades de Toledo, hoy os voy a hablar de lo referente a “La Casa del Judio”. Y es que, pareciendo una más de las residencias de la judería toledana, ésta es una casa especial. 

Situada en la travesía del Judío nº 4, esta casa había estado un poco abandonada y, algunas partes, necesitaban una rehabilitación urgente. Además, poca gente sabía de su existencia ni de lo que en ella se albergaba. Debido a ello, se llevó a cabo una intervención para rehabilitar tanto sus espacios interiores como su fachada. En el verano de 2010, se volvió a abrir al público, pudiéndose visitar de forma guiada y gratuita, siempre haciendo una reserva previa. 

Su construcción aproximada data de entre los siglos XIV y XV. Bien es verdad que se cree que tuvo importantes cambios durante los siglos XVIII y XIX, al sufrir algunas transformaciones para poder darle nuevos usos. 

La vivienda en cuestión conserva en muy buen estado las dos partes principales en las que ésta se divide: el patio y el sótano. 

PATIO

En el espacio correspondiente al patio encontramos diversas yeserías, ya recuperadas de su anterior mal estado, al igual que unos arcos bastante estéticos y de diferentes tipos en todo el mismo. También, podemos admirar forjados de madera ya recuperada pero que no ha perdido el aspecto antiguo que tenía. En definitiva, se trata de un patio bonito y muy luminoso. 



SÓTANO

La estancia se divide en 4 salas: la sala central, de planta cuadrada, y otras a lo largo de tres de sus lados; el cuarto lado, como es obvio, da a la calle. 

Accedemos por la sala de la izquierda, bajamos unos escalones y, nos fijamos en el dintel de la entrada. En él, tallada en madera, se observa la inscripción hebrea: “Gracias Te doy porque me has respondido”. Dicha leyenda se relaciona con un fragmento del salmo 118, versículo 21, en el cual se dice: “Aquí está la puerta de Yahveh, por ella entran los justos. Gracias Te doy porque me has respondido, y has sido para mí la salvación.” De esta manera, se da la bienvenida a todos los fieles y puros al interior de la estancia. Esta talla de madera del dintel va acompañada también de motivos florales.

Pasamos, entonces, a la sala central, localizada a su derecha. Si nos fijamos, se pueden ver sus cuatro pilares de ladrillo formando una bóveda, de manera que los ladrillos llegan a la parte superior formando círculos concéntricos. Todo el suelo de las cuatro salas se encuentra empedrado. 

La sala del fondo es especial, ya que descubre algunas características de los antiguos dueños de la casa. Al adentrarnos en ella, lo primero que observamos es piedra, y es que esta casa se construyó excavando en la roca madre. Se trata de un aspecto bastante curioso. De hecho, es algo que no se suele ver muy a menudo. Este detalle describe el estatus de la persona que vivía allí, pues, en aquella época, llevar a cabo ese tipo de excavación era bastante caro, por lo que no se trata de una familia precisamente pobre. 

A mano derecha, tenemos otra pequeña sala, parecida a la primera, aunque más pequeña y que, mediante unos escalones y una puerta, se comunica con la parte superior del edificio. 

Esta residencia perteneció a Isaac Abravanel y, según la leyenda, fue quien prestó parte de su riqueza a la reina Isabel La Católica a cambio de sus joyas, para la expedición que traería como consecuencia el descubrimiento de América. 

También se piensa que el sótano de la casa se había utilizado para baños litúrgicos o Mikvah, en los que se sumergían totalmente tras bajar unos escalones. Estos baños se solían construir cuando un judío estaba a punto de llevar a cabo un cambio importante en su vida como, por ejemplo, contraer matrimonio. En esos momentos, bañarse y peinarse era un hábito muy importante para los judíos.


Fuentes: 


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