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Toledo, ciudad con infinitas curiosidades IV

Llevo una semana leyendo en el periódico que hoy se celebraba algo en Toledo, un evento cultural llamado "Noche Toledana", en el cual se celebrarán actividades culturales desde las 20:00 de la tarde hasta las 02:00 de la madrugada. Es por este motivo que he decidido documentarme para contaos el por qué de esta expresión que todo el mundo utiliza de "pasar una Noche Toledana". Y es que, como todo, esto tiene su parte de leyenda, no menos curiosa que otras de esta ciudad.
Leyenda
El hecho se sitúa a finales del siglo VIII, principios del IX. Por aquellos entonces, había llegado al poder el joven Yusuf Ben Alruf. Este gobernante era conocido por su crueldad, malas artes y gusto por el sufrimiento de los suyos. Los habitantes de Tulaytulah vivían con un gran temor por si eran encarcelados o ejecutados. Fue en este momento, cuando la nobleza se rebeló contra él y decidió encarcelarlo en su alcazaba. Esto no pudo evitar que, poco después, el pueblo entrara sin apenas resistencia, y lo matara degollado en su propia celda.

Tras dos largos años, la población seguía atemorizada por las posibles represalias, y fue entonces cuando se nombró a un nuevo señor para gobernar estas tierras. Las peores expectativas se cumplieron, y el nuevo señor pasaba a ser Yusuf al Ruf, padre del anterior monarca. Todos los habitantes estaban aterrados por las consecuencias que podía acarrear el nombramiento. Pero los malos presagios que todos pensaban que llegarían, no llegaban. El monarca prometió no tomar venganza, y gobernar de manera sabia, apenado por la cruel muerte de su hijo, pero entendiendo los motivos que tenía la ciudad.

Las pesadillas atormentaban al monarca con las múltiples apariciones de su hijo clamando venganza. Dentro de él existía un debate constante que le hacía envejecer con rapidez, un debate entre ejercer un gobierno sabio, o llevar a cabo lo que su hijo tanto le pedía en sueños. Los ciudadanos habían sido sometidos durante mucho tiempo, pero habían matado con crueldad a su hijo.

Noche toledana
Yusuf al Ruf, aprovechando la celebración de los fastos que por entonces se celebraban en la ciudad en honor a Abderraman, invitó a cuatrocientos toledanos al banquete. El pueblo, con la creencia de que todo esto conduciría al tan esperado perdón, engalanaron las calles, agotaron las existencias de seda de los sastres, y no había rincón de la ciudad sin flores ni adornos.

A la entrada de la Alcazaba, los habitantes de Tulaytulah, esperaban el sonido de las trompetas triunfales que permitirían la apertura de las bisagras del palacio de Yusuf. Entraban de uno en uno, y allí encontraban a dos enormes guerreros que, ante la atemorizada mirada del joven Abderraman y la incapacidad para contemplar su propia obra de Yusuf, daban muerte a todos los invitados decapitándolos.

Al día siguiente, un reguero de sangre inundaba las callejuelas de Tulaytulah, mientras se podían contemplar cuatrocientas cabezas colgando de las almenas del palacio, colmando la sed de venganza de Yusuf, y acabando así con uno de los episodios mas cruentos de la historia toledana.

Espero que os haya gustado la leyenda y aquí os dejo el programa de actividades que se pueden realizar en Toledo esta "Noche Toledana".

II CONCURSO FOTOGRÁFICO "Patios de Toledo- Corpus 2011"

El pasado día 3 de Noviembre, se llevó a cabo el fallo del jurado del II Concurso fotográfico "Patios de Toledo - Corpus 2011" y, con motivo de ello, pongo a disposición de quien esté interesado en ello (o bien lo estuviera buscando sin encontrarlo), dicho documento. Y, además, aprovecho para felicitar a Juank por ese merecidísimo TERCER PREMIO. Aquí os dejo la fotografía y... ¡¡Enhorabuena a Juank!!

(2011) NOGALES GARCÍA, J. C. Fusión de Culturas
ACTA DEL JURADO
COMPOSICIÓN DEL JURADO:
  • D. Fco. Javier Nicolás Gómez, Concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Toledo
  • D. Andrés León León, Presidente de la Asociación Amigos de los Patios de Toledo
  • D. José María Moreno Santiago, fotógrafo,
  • D. Antonio González López, Director Diario ABC - Toledo
  • D. Vicente López Ballesteros, por la Asociación Amigos de los Patios de Toledo
Actuando como Secretario del Jurado, D. Juan Meneses Revenga, Vicepresidente de la Asociación de Amigos de los Patios de Toledo.

De acuerdo con las Bases establecidas para el II - Concurso Fotográfico "Patios de Toledo" Corpus Christi— 2011, convocado por la Asociación de Amigos de los Patios de Toledo, que cuenta con el patrocinio de la Concejalía de la Vivienda del Excmo. Ayuntamiento de Toledo, que asume su financiación económica, según convenio de fecha 17 de abril de 2011 entre ambas entidades, se reúnen los miembros de Jurado en el Centro de la Fundación Caja Castilla-La Mancha, Palacio de Benacazón, ubicado en la Calle Recoletos n° 1 de Toledo, y en sala facilitada al efecto por dicho Entidad.

En la citada sala, previamente se exponen las ochenta y cinco (85) obras presentadas al concurso, obras que fueron enviadas a la Asociación Amigos de los Patios de Toledo mediante cuarenta (40) sobres en la forma, lugar y plazo indicados en las bases que rigen el desarrollo del concurso, las cuales se encuentra sin señalizar con el fin de preservar el anonimato de la identidad del concursante, acordándose de mutuo acuerdo entre todos numerar las mismas, en el sentido de las agujas de un reloj, comenzando por el número 1 y finalizando por el 85.

Una vez numeradas, los miembros del jurado proceden a la contemplación de las mismas y tras la visita y después de realizar varias votaciones de carácter previo a la toma de la decisión final, el Jurado decidió, que las fotografías estaban conforme a las Bases del Concurso, y otorgó los siguientes premios:
En el nombre del Jurado, el presidente del mismo, Don Francisco Javier Nicolás Gómez, al igual que Don Andrés León León por la Asociación de Amigos de los Patios de Toledo, felicitan a los agraciados y agradecen su paritcipación a todas las personas que han presentado sus obras así como a todos los Organismos, Entidades y personas que han colaborado en la preparación y desarrollo del concurso, invitándoles a que sigan participando y colaborando en los futuros concursos cuyo fin primordial es dar a conocer ese rico patrimonio de la Ciudad de Toledo que son "Los Patios Toledanos".

Y para que así conste, firmamos el presente acta en Toledo, a tres de noviembre del año dos mil once.
Fco. Javier Nicolás Gómez.                                                       Juan Meneses Revenga.

Ruiz Zafón ata los hilos de su tetralogía

C. G. - Barcelona - 17/11/2011

"Me gusta explorar las elecciones morales que hace la gente y que son las que nos hacen ser como somos; la vida es una partida de cartas: cierto que la mitad de la mano nos la da la vida pero la otra mitad depende de cómo las jugamos; según cómo, nos transformamos en unas u otras personas". Así trazó ayer Carlos Ruiz Zafón (Barcelona, 1964) el leit motiv de su trayectoria literaria y su filosofía de vida. Él, en 2001, jugó las suyas e hizo el libro que quería: La sombra del viento. Esa mano, exitosa, le ha marcado para siempre como un autor estrella del libro como industria de ocio, como se vio de nuevo ayer en Barcelona, donde presentó El prisionero del cielo (Planeta), tercera entrega de una futura tetralogía que arrancó hace una década y que prosiguió hace tres años con El juego del ángel.

Cinco millones de ejemplares vendidos en España (25 millones en el mundo) de las dos primeras entregas y un millón de tirada de la tercera lo condicionan todo, hasta la puesta en escena (espectacular, en una capilla gótica ante 300 personas, sobre todo, libreros de España y de América, en un escenario que simulaba una gran biblioteca-almacén en honor al cementerio de los libros olvidados que vertebra las novelas). Pero también el discurso, muy parecido al de 2008 salvo en el mensaje sobre la nueva entrega: ante las quejas que recibió la anterior tanto por la crítica como por una parte de sus lectores ("se vendió menos de lo previsto", admitían ayer en voz baja desde la editorial), El prisionero del cielo es "una novela menos oscura y ambigua; sabía que los lectores se enfadarían por liarles pero estaba previsto así", se defendía tácitamente. Tesis que remachó al decir que ahora "se dan las claves para interpretar ese libro, los hilos se atan y eso da una lectura más acelerada". "Te emocionarás como la primera vez", rezaba una faja promocional.

Ruiz Zafón ha potenciado el referente de La sombra del viento. El prisionero del cielo (en catalán, el 19 de enero) sería una secuela. En la Navidad de 1957, el lector se encontrará con el héreo de la primera parte, Daniel, ya padre y con la librería familiar en crisis. Pero el protagonismo recaerá en Fermín, el misterioso mendigo que ahora trabaja en la librería, a quien le dejan un extraño mensaje. El autor espera, "en un par de años" cerrar la tetralogía: "volveremos al cementerio de libros olvidados; el gran final se acerca", vendió, prisionero de su cielo.

Podemos leer los tres primeros capítulos de "El prisionero del cielo" aquí.

Fuentes:

NOROGACA en facebook y Google +

Bueno, después de darme cuenta de que algo faltaba en el blog, anoche decidí investigar como hacerlo: ya he puesto enlaces a las páginas de NOROGACA en las redes sociales:

-NOROGACA en facebook
Si aún no los habéis visto o bien, seguís sin verlo, son los iconos que se encuentran justo debajo del pajarillo de Twitter. Veréis el logotipo de NOROGACA en la página de facebook y el de Google + en el de esta misma red. Pinchando en ellos, os redireccionan a las páginas de las correspondientes redes sociales. Y ahora, después de esto, ¡¡todos a seguir las páginas de NOROGACA!!

P.D: He de decir que la página de Facebook ya funcionaba hace algún tiempo, para aquéllos que ya la sigáis.


Durero: Uno de los genios de Europa

Llevaba tiempo sin escribir nada y es que el tiempo que tengo últimamente suele ser escaso. No obstante, poco a poco he ido construyendo la información sobre el que ocupa hoy esta entrada: Alberto Durero. Para mí, es uno de los genios más distinguidos que ha producido Europa: su enorme producción gráfica, con una riqueza en innovaciones y un poder enérgico, unida a la calidad y variedad de sus creaciones pictóricas, la perfección técnica y el atractivo de sus dibujos y sus teorías estéticas, hacen de Durero el artista más formidable e importante del Renacimiento y uno de los más grandes de todos los tiempos. Espero que os guste y que no os toméis a mal el largo texto que viene a continuación pero no puedo ni debo excluir ningún dato del mismo...

Albrecht Dürer o Alberto Durero nació en Nuremberg (Alemania) el 21 de mayo de 1471. Hijo de Albrecht, llamado "el Viejo" para diferenciarlo de su célebre hijo, y de Bárbara Holper, fue el tercero de una larga serie de dieciocho vástagos de los que tres de ellos llegarían a la edad madura: Albrecht, Endres y Hans

Autorretrato con guantes (1498)
El joven Alberto, después de haber asistido a la escuela unos pocos años, entró como aprendiz en el taller de su padre, como ya había hecho su hermano mayor, Endres, que seguirá la tradición familiar. No hay duda de que el aprendizaje con su padre le fue muy útil, en primer lugar para aprender las técnicas de grabado sobre metales, de las que sacará fruto cuando, emprendido otro camino, realice sus célebres buriles y aguafuertes. El orfebre Albrecht "el Viejo", en los años de juventud, había vivido mucho tiempo en Flandes, donde se había familiarizado con el arte de aquel país y, sobre todo, había conocido las obras de dos grandes flamencos de la primera mitad del siglo XV, Jan van Eyck y Roger van der Weyden, se entiende que acrecentara en su hijo el culto a dichos maestros. Durero, sintiéndose más atraído por el dibujo y la pintura que por la orfebrería, obtuvo el permiso de su padre para frecuentar el taller de Michael Wolgemut, el pintor y xilógrafo más importante que trabajaba aquellos años en Nuremberg y cuyo taller se hallaba a escasa distancia de la casa de los Durero. 

El precoz talento del joven Durero para el dibujo lo demuestra su "Autorretrato" a punta de plata, técnica muy difícil, ya que no permite correcciones, y ejecutado cuando tenía sólo trece años. Lo recordará con orgullo cuando le añada la inscripción "Esto lo pinté yo retratando mi semblante en el espejo en 1484, cuando todavía era un niño". El autorretrato, una media figura de tres cuartos, está estructurado de manera casi idéntica al de su padre con el alfil y fue, tal vez, su progenitor el que le sugirió esta disposición que era, además, la tradicional de los retratos flamencos, cuyo modelo se seguía también en el taller de Wolgemut.

La bien organizada empresa dependiente de Wolgemut, en la que entró como aprendiz el joven Durero, atendía a una amplia clientela que no se limitaba a Nuremberg, sino también tenía su procedencia en otras ciudades alemanas. En este taller se copiaban estampas de maestros renanos, así como dibujos y estampas italianas, además de los cuadros y paneles esculpidos para los altares. Se ejercitaba a gran escala el arte de la xilografía, aumentando notablemente su demanda gracias a la aparición de los tipos móviles décadas antes en Alemania. La demanda de imágenes para ilustrar nuevas ediciones impresas hacía trabajar a pleno ritmo a dibujantes y grabadores en madera, siendo el taller de Wolgemut uno de los más activos de la época.

De esta manera, Alberto Durero recibió instrucción en los diversos campos del arte y aprendió a dominar las técnicas e instrumentos del artista. En esta época, tuvo conocimiento de las estampas del grabador alemán más importante de ese momento: Martin Schongauer, y de las puntas secas del misterioso "Maestro del Libro de Casa", como se denominaba habitualmente a un desconocido artista, pintor, dibujante y autor de grabados que procedía de la escuela de los miniaturistas holandeses. El estilo de este último artista, también dejará huella en la obra de Durero.

En conjunto, Durero guardará un grato recuerdo de aquellos años de duro aprendizaje en la escuela de Wolgemut. Más de veinte años después, en 1516, pintó un "Retrato de Michael Wolgemut", su maestro, quien fallecería tres años después, dejando ver el antiguo respecto y la afectuosa simpatía humana que le profesaba.

En la primavera de 1490, Durero parte en un viaje de estudios que lo mantendrá lejos de Nuremberg durante cuatro años. Antes de esta partida, llevó a cabo la que es su primera obra pictórica conservada: "El Retrato de su padre", de la Galería de los Uffizzi. Durante estos cuatro años de ausencia de casa, Durero tendría que trabajar para mantenerse, por lo que, se piensa que debió ser en los centros en los que era más fácil encontrar trabajo en los terrenos en los que se sentía más experto.

Año y medio después de haber emprendido este viaje, llegó a Colmar (Francia), donde pretendía encontrarse con Martin Schongauer. Sin embargo, al llegar allí, se enteró de que el artista había fallecido varios meses antes. No obstante, los hermanos de Schongauer, acogieron bien a Durero y lo enviaron a otro de los hermanos Schongauer, Georg, que trabajaba como orfebre en Basilea. En esta ciudad, Durero entró en contacto con importantes talleres de grabadores que dependían de notables personalidades de eruditos y editores, como Bergmann von Olpe o Johann Amerbach y, para los cuales, llevó a cabo algunas obras.

Autorretrato con flor de cardo (1493)
A finales de 1493, el artista marcha a Estrasburgo, capital de Alsacia e importante centro artístico y editorial, donde se podrán ver los claros progresos de Durero en relación con la xilografía. Así pues, tuvo ocasión de trabajar también, en pocos meses, en esta ciudad. Poco antes de regresar a Nuremberg, pintó también el "Autorretrato con flor de cardo", para el que utilizó el pergamino como soporte. Esta obra está considerada como el primer autorretrato autónomo pintado en la historia del arte occidental y el primero de una serie de tres que, en el transcurso de seis años, ejecutó Durero indagando en su fisonomía y mostrándose, respectivamente, como un joven que confía en su destino, como un caballero elegante espiritual que aspira a la inmortalidad en la memoria humana merced al don del Arte que Dios le ha concedido.

El 7 de julio de 1494, Alberto Durero contrae matrimonio con Agnes Frey, hija de un artesano calderero de Nuremberg, emparentado con las familias poderosas de la ciudad y, además, hábil arpista. El joven matrimonio se fue a vivir a casa de Alberto Durero, permaneciendo así durante quince años. Esta unión no fue tan feliz como esperaban, tal vez debido a la gran diferencia de cultura y temperamento. En contraste con el destino de la madre de Durero, que puso en el mundo, como he dicho antes, nada menos que dieciocho hijos, Agnes no concibió ni siquiera uno. Tampoco los dos hermanos del artista, Endres y Hans, tuvieron descendencia, por lo que la familia se extinguió con su generación.

En ese mismo año, cuando poco antes había regresado de su viaje, Durero decidió partir nuevamente, esta vez, para Italia, sin preocuparse por dejar sola a su joven esposa. De este modo, Durero llegó a Venecia, meta de este nuevo trayecto, atravesando los Alpes y bajando por las regiones del Tirol y el Trentino. Y fue aquí donde llevó a cabo acuarelas que muestran algunos de los lugares más sugestivos del camino a Italia, ya fuere durante la ida o durante la vuelta: la ciudad de Innsbruck, el castillo de Trento, la roca y el burgo de Arco. Fue en Venecia donde el artista entró en contacto con una realidadnueva para él y, sobre todo, le impresionaría, sin duda alguna, la abundancia de obras de arte, el cosmopolitanismo y la vivacidad cultural de la ciudad de las lagunas. Además, es prácticamente imposible que hubiera tenido contacto directo con los maestros que allí residían en ese momento, como Bellini, Mantegna o Carpaccio.

Durero no era más que un joven artista desconocido que lograba mantenerse mientras vendía estampas a los miembros de la comunidad germana de la ciudad. No obstante, el artista ya había mostrado anteriormente interés en la nueva concepción de la representación del cuerpo humano que se había ido elaborando en Italia. Por ello, y gracias a que en Venecia pudo estudiar mejor la figura desnueda y vestida en relación con el espacio en el que se mueve debido a la facilidad para encontrar modelos.

En la primavera de 1495, regresa a Alemania, reemprendiendo su actividad como xilógrafo y calcógrafo, ya que la pintura suponía la exitencia de un mercado más limitado y proporcionaba menores beneficios económicos en comparación con la producción de estampas: la compra de materiales para llevara a cabo las obras pictóricas suponía una gran pérdida de ganancias en contraposición a las xilográficas, que apenas requería gastos importantes en materiales.

Entre 1495 y 1500, Durero creó una seire de grabados que figuraron entre los más destacados de su producción y, en general, en esta especialidad.

En abril de 1496, Federico "el Sabio", elector de Sajonia, visitó Nuremberg y, sorprendido ante el talento del joven Durero, le encargó tres obras a la par: su retrato y dos polípticos para decorar la iglesia que se estaba constuyendo en Wittenberg, su residencia. Así pues, el "Tríptico de Dresde"-con la Virgen adorando al Niño, san Antonio Abad y San Sebastián- y el "Políptico de los Siete Dolores" -la imagen de la Mater Dolorosa y siete compartimentos pequeños con los siete dolores- fueron los primeros encargos de pinturas que recibió el artista, además, de conseguir a su primer admirador.

Después de los encargos principescos de Federico "el Sabio", Durero pintó diversos retratos para miembros de la burguesía de Nuremberg, a quienes la publicación en 1498 de las xilografías del "Apocalipsis" había impulsado a hacerse retratar por su conciudadano.

En este mismo año, 1498, Durero pintó su "Autorretrato con guantes", quizás el más conocido, dejando ver de forma palmaria el cambio experimetado por el artista en comparacón con los cinco años anteriores. En esta obra, tenemos a un joven y tímido artesano que, aunque vestido a la moda, no parece alejarse de las características propias de su clase social. De esta manera, Durero pudo darse cuenta de que, en la cosmopolita Venecia, los artistas gozaban de un estatus social diferente y más elevado que en Nuremberg, manteniendo relaciones estrechas con aristócratas e intelectuales.

Para acabar con el siglo XV, Alberto Durero realiza su "Autorretrato con pelliza", quizás el más famoso y en el que quiso dejar constancia de su imagen para la posteridad. Contando con veintiocho años -aunque parece mayor-, Durero aparece frontalmente, vestido de pelliza, con largos cabellos y una expresión seria y serena, recordando un Ecce Homo. De hecho, si una persona que no lo ha visto anteriormente, no se le dice que es un autorretrato de Durero, seguramente pensaría que es Cristo, con los cabellos dorados enmarcando un rostro alargado y sereno, recordando la iconografía de Jesucristo. Este retrato representa un punto fundamental en la carrera del artista, debido a que pasa de un punto de vista intuitivo del arte a otro intelectual, tratando de adueñarse de los principios racionales de la naturaleza.
Autorretrato con pelliza (1500)
De entre los numerosos apuntes del natural que Durero tomó a lo largo de su carrera, cabe destacar la espontánea acuarela que el artista realizó en 1502, en la que se representaba a una liebre. El naturalismo que caracteriza a "La liebre" nos habla de un trabajo de observación muy riguroso y de una gran maestría a la hora de plasmar la imagen del animal. Durero se detuvo en cada pelo de la piel, en cada pequeño rasgo de la liebre, con un interés por la naturaleza y los seres vivos que resultaba nuevo en el panorama artístico de la época. Durero llegó a viajar cientos de kilómetros para poder retratar animales exóticos que llegaban a los puertos de Europa e, incluso, algunos aspectos característicos de las especies, como es el caso del "Ala de una carraca", en la que pueden verse claramente cada una de las barbas plumáceas que conforman la extremidad avícola.
La liebre (1502)
Ala de una carraca (1512)











En la primavera de 1505, Durero vuelve a viajar a Italia y, al igual que en la vez anterior, su meta vuelve a ser Venecia. Sin embargo, esta vez esta decisión vendría dada por una epidemia que había abatido sobre su ciudad, además de que el artista tenía un afán de encontrar un ambiente culturalmente más rico y estimulante en Nuremberg y en su hogar. A diferencia que en el primer viaje a Italia, Durero llega a su destino habiendo conquistado una inmesa fama con su trabajo y sus creaciones gráficas circulaban y eran admiradas y copiadas por toda Europa.

En su periodo veneciano, Durero pintó tres obras importantes y, al menos una de ellas, figura entre sus obras maestras: la tabla de la "Fiesta del Rosario" para su iglesia nacional, San Bartolomeo a Rialto. En esta obra, se representa a la Virgen repartiendo guirnaldas de rosas blancas y rojas al pueblo en adoración, en medio del que se reconocía a miembros de todas las clases sociales.

Al final de su estancia en Italia, Durero quiso hacer el viaje a Bolonia que ya había programado el año anterior con el fin de que alguien pudiera enseñarle el "arte secreto de la perspectiva". No obstante, anteriormente había establecido contacto con las ideas de Leon Battista Alberti y Leonardo y sus estudios sobre anatomía y las proporciones humanas. De esta manera, a su regreso a Nuremberg, Durero se dedica con empeño al estudio de las proporciones del cuerpo humano, renunciando a un concepto abstracto de belleza y cultivando el estudio de la naturaleza mediante la medición de un gran número de individuos. Además, llegará a confesar su incapacidad a la hora de establecer el ideal de belleza, ya que toda belleza está ligada a su época:
Qué es la belleza yo no lo sé... No existe ninguna que no sea susceptible de ulterior perfeccionamiento. Sólo Dios posee esta sabiduría, y aquel a quien Él se lo revelase también lo sabría
En 1507, cuatro años después del grabado del "Pecado Original", Durero realiza las dos tablas con las figuras de "Adán y Eva", con la belleza ideal de dos seres humanos perfectos pero, en esta ocasión, abandona las medidas dictadas por la regla clásica de Vitruvio, optando por una belleza nueva en la que las figuras, más esbeltas, agradiaciadas y dinámicas, están muy lejos de la geométrica solidez de las que aparecen en los grabados.

Melancolía I (1514)
Con la llegada de la segunda década del siglo XVI, Durero se muestra entregado cada vez más a los estudios de geometría y de teoría estética, pero registra una parálisis en la actividad pictórica propiamente dicha. De esta manera, producirá algunos grabados fundamentales, como "El caballero, la muerte y el diablo" o "Melancolía I" -donde el artista incluyó tal entrelazamiento de símbolos que aparece casi como un compendio de su pensamiento sobre el arte y el alma humana-, quizás las imágenes más famosas de toda la gráfica europea. Estas dos obras junto a "San Jerónimo en su estudio" forman los grabados maestros del autor.

En 1514, muere la madre de Durero y, pocos meses antes, éste le había hecho un retrato al carboncillo de dramático realismo. Dos años más tarde, como he dicho más arriba, el artista retrató a su antiguo maestro, Michael Wolgemut, con el que seguía manteniendo una grata amistad y, tal era el afecto por él que, tres años después de su fallecimiento, añadiría al retrato una breve descripción: "Tenía 82 años y vivió hasta 1519; murió en la mañana del día de San Andrés, antes de salir el sol".

En 1520, Durero se enteró de que Carlos I, sucesor de Maximiliano I, iba a viajar desde España a Aquisgrán para ser coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Durero había recibido una pensión anual por parte de Maximiliano -quien le había contratado para llevar a cabo una xilografía gigantesca de dimensiones jamás vista- y tenía la intención de que Carlos I mantuviera esa asignación. Emprendió el viaje a Aquisgrán, esta vez junto a su esposa Agnes y a una sirvienta, que financió vendiendo grabados y otras obras durante el trayecto, y de allí pasó a los Países Bajos entre 1520 y 1521. Durante este viaje y todo el tiempo que pasó en el extranjero, anotó en su diario un fascinante relato de estos viajes, de las audiencias de los monarcas y de los recibimientos que le brindaron sus compañeros artistas, como Lucas van Leyden. Durante este tiempo, Durero dibujó y pintó con frecuencia y muchas de estas obras se conocen por los apuntes de su diario.

A su vuelta de los Países Bajos, Durero volvió a su vida en Nuremberg, dedicándose sobre todo a la producción de grabados y a la redacción de sus proyectados tratados de geometría y ciencia de la fortificación. A la vez, su estilo se volvió más severo y enérgico. 

En 1526, pintó las dos tablas con monumentales figuras de Apóstoles, auténticos campeones de la virtus cristiana, y las regaló al ayuntamiento de su ciudad. En ese mismo año, también realizó los maravillosos retratos de Muffel, Holzschuher y Kleberger, los últimos que Durero llevaría a su fin. Un año más tarde, se publicó, en Nuremberg, su Tratado sobre las fortificaciones de ciudades, castillos y burgos.

El 6 de abril de 1528, Alberto Durero fallece en su casa cuando no había cumplido aún los cincuenta y siete años. Fue enterrado en el cementerio de la iglesia de San Juan y, en su tumba, se puso un epitafio latino dictado por Pirckheimer
Cuanto en Alberto Durero había de mortal
está encerrado ahora en esta tumba.
Fuentes:
  • Vailima.
  • VV.AA. Durero. En Los grandes genios del arte. Madrid, 2005.
  • Wikipedia

Banco de Recuerdos


Tenía esta entrada ya pendiente desde hace tiempo, y ya por fin está publicada. Es una entrada sobre una iniciativa bastante curiosa y útil. No creo que mucha gente lo conozca, y por eso lo publico aquí, para aportar mi granito de arena en la medida de lo posible.


Se trata de una página web, que tiene como objetivo final acabar con el alzheimer, o ayudar a ello. Para conseguir este objetivo lo que hace es recaudar fondos de poca cuantía, pero de  un gran número de personas, para así hacer posible la investigación de esta terrible enfermedad, y poder acabar con ella.

Esta página la descubrí gracias a Ale, y la verdad es que me parece una iniciativa muy buena y bonita. Lo que tu haces en está página es registrar recuerdos. Salen en la pantalla unos cajones, algunos con recuerdos de otras personas, y otros vacíos. Pinchas en uno vacío, y puedes guardar ahí tu recuerdo con tu correo electrónico. Puedes agregar, aparte de  tu nombre, el título del recuerdo, y un texto, una foto, o un video. Una vez hecho esto, puedes apadrinar el recuerdo poniendo tu nombre y tu correo electrónico, y mandando un sms que solo cuesta 1,20 € al 28001 en el que ponga RECUERDO. Es una manera muy bonita de hacer un regalo especial y muy barato a alguien que quieras, y con el que tengas buenos recuerdos.


Aquí dejo el enlace: Banco de Recuerdos

Yo ya soy padrino de mi mejor recuerdo. Espero que vosotros apadrinéis otro, o por lo menos entréis en la página, o se la enseñéis a alguien, que también cuenta.
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