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Aphotonce: 11/11/11 a las 11:11

25116 Son las fotografías que han querido formar parte de este Toledo. Un proyecto que nació hace ya tiempo, y del que por fin vemos su resultado. Una giga-inmortalización compuesta por lo que el 11/11/11 a las 11:11 estaba pasando en un montón de lugares.



El resultado no puede ser mejor. Una de las vistas de Toledo mas bonitas, conocida en todo el mundo, y de la que ahora mucha gente forma parte. Solo tienes que acercarte poco a poco para poder ir viendo que está formada por miles de fotografías de gente que se ha involucrado en el proyecto. Enhorabuena a todos los que han participado, porque la fotografía es simplemente genial.

Terror sobre las tablas

Calidad actoral. Emilio Gutiérrez Caba y Ramón Langa helaron la sangre de los toledanos reviviendo a "Drácula". Un Rojas lleno acogió la versión para teatro de este clásico, dirigida por Eduardo Bazo y Jorge de Juan.

Cartel de la obra "Drácula", de
Hamilton Deane y John L. Balderston
Emilio Gutiérrez Caba y Ramón Langa revivieron a "Drácula" sobre las tablas del Rojas. El coliseo toledano acogió anoche -a las 19,00 y 22,00 horas- una versión para teatro del clásico de Bram Stoker, dirigida por Eduardo Bazo y Jorge de Juan, con el actor Ramón Langa encarnando al mítico conde y Emilio Gutiérrez Caba dando vida al doctor Van Helsing. Quizá la calidad del elenco actoral movilizó al público toledano, que consiguió llenar las butacas en ambas sesiones y quedó muy satisfecho por el buen hacer de la adaptación teatral de una obra que ha sido representada numerosas veces, tanto en cine como en televisión.

Quizá porque los vampiros tienen tirón y siempre lo han tenido -no hay más que ver el éxito que está cosechando la saga "Crepúsculo"- el terror se instaló en las butacas del Rojas incluso desde antes del inicio de la representación.

Un terror que se tornó en miedo y en incertidumbre, contagiando a los espectadores la sensación de no saber a ciencia cierta lo que está pasando, a pesar de que el argumento del texto es de sobra conocido.

Todo empieza con la joven Mina (María Ruíz) sola en su habitación, una habitación oscura, que se llena de ruidos, sonidos de ventanas cerrándose, voces, aullidos, el viento...

Una oscuridad que se mantiene durante el resto de la representación. Justo después, aparece Emilio Gutiérrez Caba, que encarna al profesor Van Helsing, el padre de Lucy, la amiga de Mina que muere en extrañas circunstancias.

El veterano actor encarna de forma excepcional a su personaje, que no sólo es un científico en busca de un vampiro, sino también un padre que quiere vengar la muerte de su hija.

Además de él, está Ramón Langa en el papel de Drácula, un hombre maduro que se traslada de su castillo de Transilvania a Inglaterra para cometer sus crímenes. Un actor muy conocido por sus doblajes y su profunda voz, ideal para el personaje.
Emilio Gutiérrez Caba y Ramón Langa durante una escena de la representación
Amparo Climent está en su sitio, así como los jóvenes María Ruiz y Martín Rivas, que realiza su primera incursión en el mundo de las tablas tras su éxito televisivo en la serie "El Internado".

En definitiva, una buena apuesta, que los espectadores toledanos supieron agradecer con sus aplausos.


Toledo, ciudad con infinitas curiosidades IV

Llevo una semana leyendo en el periódico que hoy se celebraba algo en Toledo, un evento cultural llamado "Noche Toledana", en el cual se celebrarán actividades culturales desde las 20:00 de la tarde hasta las 02:00 de la madrugada. Es por este motivo que he decidido documentarme para contaos el por qué de esta expresión que todo el mundo utiliza de "pasar una Noche Toledana". Y es que, como todo, esto tiene su parte de leyenda, no menos curiosa que otras de esta ciudad.
Leyenda
El hecho se sitúa a finales del siglo VIII, principios del IX. Por aquellos entonces, había llegado al poder el joven Yusuf Ben Alruf. Este gobernante era conocido por su crueldad, malas artes y gusto por el sufrimiento de los suyos. Los habitantes de Tulaytulah vivían con un gran temor por si eran encarcelados o ejecutados. Fue en este momento, cuando la nobleza se rebeló contra él y decidió encarcelarlo en su alcazaba. Esto no pudo evitar que, poco después, el pueblo entrara sin apenas resistencia, y lo matara degollado en su propia celda.

Tras dos largos años, la población seguía atemorizada por las posibles represalias, y fue entonces cuando se nombró a un nuevo señor para gobernar estas tierras. Las peores expectativas se cumplieron, y el nuevo señor pasaba a ser Yusuf al Ruf, padre del anterior monarca. Todos los habitantes estaban aterrados por las consecuencias que podía acarrear el nombramiento. Pero los malos presagios que todos pensaban que llegarían, no llegaban. El monarca prometió no tomar venganza, y gobernar de manera sabia, apenado por la cruel muerte de su hijo, pero entendiendo los motivos que tenía la ciudad.

Las pesadillas atormentaban al monarca con las múltiples apariciones de su hijo clamando venganza. Dentro de él existía un debate constante que le hacía envejecer con rapidez, un debate entre ejercer un gobierno sabio, o llevar a cabo lo que su hijo tanto le pedía en sueños. Los ciudadanos habían sido sometidos durante mucho tiempo, pero habían matado con crueldad a su hijo.

Noche toledana
Yusuf al Ruf, aprovechando la celebración de los fastos que por entonces se celebraban en la ciudad en honor a Abderraman, invitó a cuatrocientos toledanos al banquete. El pueblo, con la creencia de que todo esto conduciría al tan esperado perdón, engalanaron las calles, agotaron las existencias de seda de los sastres, y no había rincón de la ciudad sin flores ni adornos.

A la entrada de la Alcazaba, los habitantes de Tulaytulah, esperaban el sonido de las trompetas triunfales que permitirían la apertura de las bisagras del palacio de Yusuf. Entraban de uno en uno, y allí encontraban a dos enormes guerreros que, ante la atemorizada mirada del joven Abderraman y la incapacidad para contemplar su propia obra de Yusuf, daban muerte a todos los invitados decapitándolos.

Al día siguiente, un reguero de sangre inundaba las callejuelas de Tulaytulah, mientras se podían contemplar cuatrocientas cabezas colgando de las almenas del palacio, colmando la sed de venganza de Yusuf, y acabando así con uno de los episodios mas cruentos de la historia toledana.

Espero que os haya gustado la leyenda y aquí os dejo el programa de actividades que se pueden realizar en Toledo esta "Noche Toledana".

II CONCURSO FOTOGRÁFICO "Patios de Toledo- Corpus 2011"

El pasado día 3 de Noviembre, se llevó a cabo el fallo del jurado del II Concurso fotográfico "Patios de Toledo - Corpus 2011" y, con motivo de ello, pongo a disposición de quien esté interesado en ello (o bien lo estuviera buscando sin encontrarlo), dicho documento. Y, además, aprovecho para felicitar a Juank por ese merecidísimo TERCER PREMIO. Aquí os dejo la fotografía y... ¡¡Enhorabuena a Juank!!

(2011) NOGALES GARCÍA, J. C. Fusión de Culturas
ACTA DEL JURADO
COMPOSICIÓN DEL JURADO:
  • D. Fco. Javier Nicolás Gómez, Concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Toledo
  • D. Andrés León León, Presidente de la Asociación Amigos de los Patios de Toledo
  • D. José María Moreno Santiago, fotógrafo,
  • D. Antonio González López, Director Diario ABC - Toledo
  • D. Vicente López Ballesteros, por la Asociación Amigos de los Patios de Toledo
Actuando como Secretario del Jurado, D. Juan Meneses Revenga, Vicepresidente de la Asociación de Amigos de los Patios de Toledo.

De acuerdo con las Bases establecidas para el II - Concurso Fotográfico "Patios de Toledo" Corpus Christi— 2011, convocado por la Asociación de Amigos de los Patios de Toledo, que cuenta con el patrocinio de la Concejalía de la Vivienda del Excmo. Ayuntamiento de Toledo, que asume su financiación económica, según convenio de fecha 17 de abril de 2011 entre ambas entidades, se reúnen los miembros de Jurado en el Centro de la Fundación Caja Castilla-La Mancha, Palacio de Benacazón, ubicado en la Calle Recoletos n° 1 de Toledo, y en sala facilitada al efecto por dicho Entidad.

En la citada sala, previamente se exponen las ochenta y cinco (85) obras presentadas al concurso, obras que fueron enviadas a la Asociación Amigos de los Patios de Toledo mediante cuarenta (40) sobres en la forma, lugar y plazo indicados en las bases que rigen el desarrollo del concurso, las cuales se encuentra sin señalizar con el fin de preservar el anonimato de la identidad del concursante, acordándose de mutuo acuerdo entre todos numerar las mismas, en el sentido de las agujas de un reloj, comenzando por el número 1 y finalizando por el 85.

Una vez numeradas, los miembros del jurado proceden a la contemplación de las mismas y tras la visita y después de realizar varias votaciones de carácter previo a la toma de la decisión final, el Jurado decidió, que las fotografías estaban conforme a las Bases del Concurso, y otorgó los siguientes premios:
En el nombre del Jurado, el presidente del mismo, Don Francisco Javier Nicolás Gómez, al igual que Don Andrés León León por la Asociación de Amigos de los Patios de Toledo, felicitan a los agraciados y agradecen su paritcipación a todas las personas que han presentado sus obras así como a todos los Organismos, Entidades y personas que han colaborado en la preparación y desarrollo del concurso, invitándoles a que sigan participando y colaborando en los futuros concursos cuyo fin primordial es dar a conocer ese rico patrimonio de la Ciudad de Toledo que son "Los Patios Toledanos".

Y para que así conste, firmamos el presente acta en Toledo, a tres de noviembre del año dos mil once.
Fco. Javier Nicolás Gómez.                                                       Juan Meneses Revenga.

Ruiz Zafón ata los hilos de su tetralogía

C. G. - Barcelona - 17/11/2011

"Me gusta explorar las elecciones morales que hace la gente y que son las que nos hacen ser como somos; la vida es una partida de cartas: cierto que la mitad de la mano nos la da la vida pero la otra mitad depende de cómo las jugamos; según cómo, nos transformamos en unas u otras personas". Así trazó ayer Carlos Ruiz Zafón (Barcelona, 1964) el leit motiv de su trayectoria literaria y su filosofía de vida. Él, en 2001, jugó las suyas e hizo el libro que quería: La sombra del viento. Esa mano, exitosa, le ha marcado para siempre como un autor estrella del libro como industria de ocio, como se vio de nuevo ayer en Barcelona, donde presentó El prisionero del cielo (Planeta), tercera entrega de una futura tetralogía que arrancó hace una década y que prosiguió hace tres años con El juego del ángel.

Cinco millones de ejemplares vendidos en España (25 millones en el mundo) de las dos primeras entregas y un millón de tirada de la tercera lo condicionan todo, hasta la puesta en escena (espectacular, en una capilla gótica ante 300 personas, sobre todo, libreros de España y de América, en un escenario que simulaba una gran biblioteca-almacén en honor al cementerio de los libros olvidados que vertebra las novelas). Pero también el discurso, muy parecido al de 2008 salvo en el mensaje sobre la nueva entrega: ante las quejas que recibió la anterior tanto por la crítica como por una parte de sus lectores ("se vendió menos de lo previsto", admitían ayer en voz baja desde la editorial), El prisionero del cielo es "una novela menos oscura y ambigua; sabía que los lectores se enfadarían por liarles pero estaba previsto así", se defendía tácitamente. Tesis que remachó al decir que ahora "se dan las claves para interpretar ese libro, los hilos se atan y eso da una lectura más acelerada". "Te emocionarás como la primera vez", rezaba una faja promocional.

Ruiz Zafón ha potenciado el referente de La sombra del viento. El prisionero del cielo (en catalán, el 19 de enero) sería una secuela. En la Navidad de 1957, el lector se encontrará con el héreo de la primera parte, Daniel, ya padre y con la librería familiar en crisis. Pero el protagonismo recaerá en Fermín, el misterioso mendigo que ahora trabaja en la librería, a quien le dejan un extraño mensaje. El autor espera, "en un par de años" cerrar la tetralogía: "volveremos al cementerio de libros olvidados; el gran final se acerca", vendió, prisionero de su cielo.

Podemos leer los tres primeros capítulos de "El prisionero del cielo" aquí.

Fuentes:

NOROGACA en facebook y Google +

Bueno, después de darme cuenta de que algo faltaba en el blog, anoche decidí investigar como hacerlo: ya he puesto enlaces a las páginas de NOROGACA en las redes sociales:

-NOROGACA en facebook
Si aún no los habéis visto o bien, seguís sin verlo, son los iconos que se encuentran justo debajo del pajarillo de Twitter. Veréis el logotipo de NOROGACA en la página de facebook y el de Google + en el de esta misma red. Pinchando en ellos, os redireccionan a las páginas de las correspondientes redes sociales. Y ahora, después de esto, ¡¡todos a seguir las páginas de NOROGACA!!

P.D: He de decir que la página de Facebook ya funcionaba hace algún tiempo, para aquéllos que ya la sigáis.


Durero: Uno de los genios de Europa

Llevaba tiempo sin escribir nada y es que el tiempo que tengo últimamente suele ser escaso. No obstante, poco a poco he ido construyendo la información sobre el que ocupa hoy esta entrada: Alberto Durero. Para mí, es uno de los genios más distinguidos que ha producido Europa: su enorme producción gráfica, con una riqueza en innovaciones y un poder enérgico, unida a la calidad y variedad de sus creaciones pictóricas, la perfección técnica y el atractivo de sus dibujos y sus teorías estéticas, hacen de Durero el artista más formidable e importante del Renacimiento y uno de los más grandes de todos los tiempos. Espero que os guste y que no os toméis a mal el largo texto que viene a continuación pero no puedo ni debo excluir ningún dato del mismo...

Albrecht Dürer o Alberto Durero nació en Nuremberg (Alemania) el 21 de mayo de 1471. Hijo de Albrecht, llamado "el Viejo" para diferenciarlo de su célebre hijo, y de Bárbara Holper, fue el tercero de una larga serie de dieciocho vástagos de los que tres de ellos llegarían a la edad madura: Albrecht, Endres y Hans

Autorretrato con guantes (1498)
El joven Alberto, después de haber asistido a la escuela unos pocos años, entró como aprendiz en el taller de su padre, como ya había hecho su hermano mayor, Endres, que seguirá la tradición familiar. No hay duda de que el aprendizaje con su padre le fue muy útil, en primer lugar para aprender las técnicas de grabado sobre metales, de las que sacará fruto cuando, emprendido otro camino, realice sus célebres buriles y aguafuertes. El orfebre Albrecht "el Viejo", en los años de juventud, había vivido mucho tiempo en Flandes, donde se había familiarizado con el arte de aquel país y, sobre todo, había conocido las obras de dos grandes flamencos de la primera mitad del siglo XV, Jan van Eyck y Roger van der Weyden, se entiende que acrecentara en su hijo el culto a dichos maestros. Durero, sintiéndose más atraído por el dibujo y la pintura que por la orfebrería, obtuvo el permiso de su padre para frecuentar el taller de Michael Wolgemut, el pintor y xilógrafo más importante que trabajaba aquellos años en Nuremberg y cuyo taller se hallaba a escasa distancia de la casa de los Durero. 

El precoz talento del joven Durero para el dibujo lo demuestra su "Autorretrato" a punta de plata, técnica muy difícil, ya que no permite correcciones, y ejecutado cuando tenía sólo trece años. Lo recordará con orgullo cuando le añada la inscripción "Esto lo pinté yo retratando mi semblante en el espejo en 1484, cuando todavía era un niño". El autorretrato, una media figura de tres cuartos, está estructurado de manera casi idéntica al de su padre con el alfil y fue, tal vez, su progenitor el que le sugirió esta disposición que era, además, la tradicional de los retratos flamencos, cuyo modelo se seguía también en el taller de Wolgemut.

La bien organizada empresa dependiente de Wolgemut, en la que entró como aprendiz el joven Durero, atendía a una amplia clientela que no se limitaba a Nuremberg, sino también tenía su procedencia en otras ciudades alemanas. En este taller se copiaban estampas de maestros renanos, así como dibujos y estampas italianas, además de los cuadros y paneles esculpidos para los altares. Se ejercitaba a gran escala el arte de la xilografía, aumentando notablemente su demanda gracias a la aparición de los tipos móviles décadas antes en Alemania. La demanda de imágenes para ilustrar nuevas ediciones impresas hacía trabajar a pleno ritmo a dibujantes y grabadores en madera, siendo el taller de Wolgemut uno de los más activos de la época.

De esta manera, Alberto Durero recibió instrucción en los diversos campos del arte y aprendió a dominar las técnicas e instrumentos del artista. En esta época, tuvo conocimiento de las estampas del grabador alemán más importante de ese momento: Martin Schongauer, y de las puntas secas del misterioso "Maestro del Libro de Casa", como se denominaba habitualmente a un desconocido artista, pintor, dibujante y autor de grabados que procedía de la escuela de los miniaturistas holandeses. El estilo de este último artista, también dejará huella en la obra de Durero.

En conjunto, Durero guardará un grato recuerdo de aquellos años de duro aprendizaje en la escuela de Wolgemut. Más de veinte años después, en 1516, pintó un "Retrato de Michael Wolgemut", su maestro, quien fallecería tres años después, dejando ver el antiguo respecto y la afectuosa simpatía humana que le profesaba.

En la primavera de 1490, Durero parte en un viaje de estudios que lo mantendrá lejos de Nuremberg durante cuatro años. Antes de esta partida, llevó a cabo la que es su primera obra pictórica conservada: "El Retrato de su padre", de la Galería de los Uffizzi. Durante estos cuatro años de ausencia de casa, Durero tendría que trabajar para mantenerse, por lo que, se piensa que debió ser en los centros en los que era más fácil encontrar trabajo en los terrenos en los que se sentía más experto.

Año y medio después de haber emprendido este viaje, llegó a Colmar (Francia), donde pretendía encontrarse con Martin Schongauer. Sin embargo, al llegar allí, se enteró de que el artista había fallecido varios meses antes. No obstante, los hermanos de Schongauer, acogieron bien a Durero y lo enviaron a otro de los hermanos Schongauer, Georg, que trabajaba como orfebre en Basilea. En esta ciudad, Durero entró en contacto con importantes talleres de grabadores que dependían de notables personalidades de eruditos y editores, como Bergmann von Olpe o Johann Amerbach y, para los cuales, llevó a cabo algunas obras.

Autorretrato con flor de cardo (1493)
A finales de 1493, el artista marcha a Estrasburgo, capital de Alsacia e importante centro artístico y editorial, donde se podrán ver los claros progresos de Durero en relación con la xilografía. Así pues, tuvo ocasión de trabajar también, en pocos meses, en esta ciudad. Poco antes de regresar a Nuremberg, pintó también el "Autorretrato con flor de cardo", para el que utilizó el pergamino como soporte. Esta obra está considerada como el primer autorretrato autónomo pintado en la historia del arte occidental y el primero de una serie de tres que, en el transcurso de seis años, ejecutó Durero indagando en su fisonomía y mostrándose, respectivamente, como un joven que confía en su destino, como un caballero elegante espiritual que aspira a la inmortalidad en la memoria humana merced al don del Arte que Dios le ha concedido.

El 7 de julio de 1494, Alberto Durero contrae matrimonio con Agnes Frey, hija de un artesano calderero de Nuremberg, emparentado con las familias poderosas de la ciudad y, además, hábil arpista. El joven matrimonio se fue a vivir a casa de Alberto Durero, permaneciendo así durante quince años. Esta unión no fue tan feliz como esperaban, tal vez debido a la gran diferencia de cultura y temperamento. En contraste con el destino de la madre de Durero, que puso en el mundo, como he dicho antes, nada menos que dieciocho hijos, Agnes no concibió ni siquiera uno. Tampoco los dos hermanos del artista, Endres y Hans, tuvieron descendencia, por lo que la familia se extinguió con su generación.

En ese mismo año, cuando poco antes había regresado de su viaje, Durero decidió partir nuevamente, esta vez, para Italia, sin preocuparse por dejar sola a su joven esposa. De este modo, Durero llegó a Venecia, meta de este nuevo trayecto, atravesando los Alpes y bajando por las regiones del Tirol y el Trentino. Y fue aquí donde llevó a cabo acuarelas que muestran algunos de los lugares más sugestivos del camino a Italia, ya fuere durante la ida o durante la vuelta: la ciudad de Innsbruck, el castillo de Trento, la roca y el burgo de Arco. Fue en Venecia donde el artista entró en contacto con una realidadnueva para él y, sobre todo, le impresionaría, sin duda alguna, la abundancia de obras de arte, el cosmopolitanismo y la vivacidad cultural de la ciudad de las lagunas. Además, es prácticamente imposible que hubiera tenido contacto directo con los maestros que allí residían en ese momento, como Bellini, Mantegna o Carpaccio.

Durero no era más que un joven artista desconocido que lograba mantenerse mientras vendía estampas a los miembros de la comunidad germana de la ciudad. No obstante, el artista ya había mostrado anteriormente interés en la nueva concepción de la representación del cuerpo humano que se había ido elaborando en Italia. Por ello, y gracias a que en Venecia pudo estudiar mejor la figura desnueda y vestida en relación con el espacio en el que se mueve debido a la facilidad para encontrar modelos.

En la primavera de 1495, regresa a Alemania, reemprendiendo su actividad como xilógrafo y calcógrafo, ya que la pintura suponía la exitencia de un mercado más limitado y proporcionaba menores beneficios económicos en comparación con la producción de estampas: la compra de materiales para llevara a cabo las obras pictóricas suponía una gran pérdida de ganancias en contraposición a las xilográficas, que apenas requería gastos importantes en materiales.

Entre 1495 y 1500, Durero creó una seire de grabados que figuraron entre los más destacados de su producción y, en general, en esta especialidad.

En abril de 1496, Federico "el Sabio", elector de Sajonia, visitó Nuremberg y, sorprendido ante el talento del joven Durero, le encargó tres obras a la par: su retrato y dos polípticos para decorar la iglesia que se estaba constuyendo en Wittenberg, su residencia. Así pues, el "Tríptico de Dresde"-con la Virgen adorando al Niño, san Antonio Abad y San Sebastián- y el "Políptico de los Siete Dolores" -la imagen de la Mater Dolorosa y siete compartimentos pequeños con los siete dolores- fueron los primeros encargos de pinturas que recibió el artista, además, de conseguir a su primer admirador.

Después de los encargos principescos de Federico "el Sabio", Durero pintó diversos retratos para miembros de la burguesía de Nuremberg, a quienes la publicación en 1498 de las xilografías del "Apocalipsis" había impulsado a hacerse retratar por su conciudadano.

En este mismo año, 1498, Durero pintó su "Autorretrato con guantes", quizás el más conocido, dejando ver de forma palmaria el cambio experimetado por el artista en comparacón con los cinco años anteriores. En esta obra, tenemos a un joven y tímido artesano que, aunque vestido a la moda, no parece alejarse de las características propias de su clase social. De esta manera, Durero pudo darse cuenta de que, en la cosmopolita Venecia, los artistas gozaban de un estatus social diferente y más elevado que en Nuremberg, manteniendo relaciones estrechas con aristócratas e intelectuales.

Para acabar con el siglo XV, Alberto Durero realiza su "Autorretrato con pelliza", quizás el más famoso y en el que quiso dejar constancia de su imagen para la posteridad. Contando con veintiocho años -aunque parece mayor-, Durero aparece frontalmente, vestido de pelliza, con largos cabellos y una expresión seria y serena, recordando un Ecce Homo. De hecho, si una persona que no lo ha visto anteriormente, no se le dice que es un autorretrato de Durero, seguramente pensaría que es Cristo, con los cabellos dorados enmarcando un rostro alargado y sereno, recordando la iconografía de Jesucristo. Este retrato representa un punto fundamental en la carrera del artista, debido a que pasa de un punto de vista intuitivo del arte a otro intelectual, tratando de adueñarse de los principios racionales de la naturaleza.
Autorretrato con pelliza (1500)
De entre los numerosos apuntes del natural que Durero tomó a lo largo de su carrera, cabe destacar la espontánea acuarela que el artista realizó en 1502, en la que se representaba a una liebre. El naturalismo que caracteriza a "La liebre" nos habla de un trabajo de observación muy riguroso y de una gran maestría a la hora de plasmar la imagen del animal. Durero se detuvo en cada pelo de la piel, en cada pequeño rasgo de la liebre, con un interés por la naturaleza y los seres vivos que resultaba nuevo en el panorama artístico de la época. Durero llegó a viajar cientos de kilómetros para poder retratar animales exóticos que llegaban a los puertos de Europa e, incluso, algunos aspectos característicos de las especies, como es el caso del "Ala de una carraca", en la que pueden verse claramente cada una de las barbas plumáceas que conforman la extremidad avícola.
La liebre (1502)
Ala de una carraca (1512)











En la primavera de 1505, Durero vuelve a viajar a Italia y, al igual que en la vez anterior, su meta vuelve a ser Venecia. Sin embargo, esta vez esta decisión vendría dada por una epidemia que había abatido sobre su ciudad, además de que el artista tenía un afán de encontrar un ambiente culturalmente más rico y estimulante en Nuremberg y en su hogar. A diferencia que en el primer viaje a Italia, Durero llega a su destino habiendo conquistado una inmesa fama con su trabajo y sus creaciones gráficas circulaban y eran admiradas y copiadas por toda Europa.

En su periodo veneciano, Durero pintó tres obras importantes y, al menos una de ellas, figura entre sus obras maestras: la tabla de la "Fiesta del Rosario" para su iglesia nacional, San Bartolomeo a Rialto. En esta obra, se representa a la Virgen repartiendo guirnaldas de rosas blancas y rojas al pueblo en adoración, en medio del que se reconocía a miembros de todas las clases sociales.

Al final de su estancia en Italia, Durero quiso hacer el viaje a Bolonia que ya había programado el año anterior con el fin de que alguien pudiera enseñarle el "arte secreto de la perspectiva". No obstante, anteriormente había establecido contacto con las ideas de Leon Battista Alberti y Leonardo y sus estudios sobre anatomía y las proporciones humanas. De esta manera, a su regreso a Nuremberg, Durero se dedica con empeño al estudio de las proporciones del cuerpo humano, renunciando a un concepto abstracto de belleza y cultivando el estudio de la naturaleza mediante la medición de un gran número de individuos. Además, llegará a confesar su incapacidad a la hora de establecer el ideal de belleza, ya que toda belleza está ligada a su época:
Qué es la belleza yo no lo sé... No existe ninguna que no sea susceptible de ulterior perfeccionamiento. Sólo Dios posee esta sabiduría, y aquel a quien Él se lo revelase también lo sabría
En 1507, cuatro años después del grabado del "Pecado Original", Durero realiza las dos tablas con las figuras de "Adán y Eva", con la belleza ideal de dos seres humanos perfectos pero, en esta ocasión, abandona las medidas dictadas por la regla clásica de Vitruvio, optando por una belleza nueva en la que las figuras, más esbeltas, agradiaciadas y dinámicas, están muy lejos de la geométrica solidez de las que aparecen en los grabados.

Melancolía I (1514)
Con la llegada de la segunda década del siglo XVI, Durero se muestra entregado cada vez más a los estudios de geometría y de teoría estética, pero registra una parálisis en la actividad pictórica propiamente dicha. De esta manera, producirá algunos grabados fundamentales, como "El caballero, la muerte y el diablo" o "Melancolía I" -donde el artista incluyó tal entrelazamiento de símbolos que aparece casi como un compendio de su pensamiento sobre el arte y el alma humana-, quizás las imágenes más famosas de toda la gráfica europea. Estas dos obras junto a "San Jerónimo en su estudio" forman los grabados maestros del autor.

En 1514, muere la madre de Durero y, pocos meses antes, éste le había hecho un retrato al carboncillo de dramático realismo. Dos años más tarde, como he dicho más arriba, el artista retrató a su antiguo maestro, Michael Wolgemut, con el que seguía manteniendo una grata amistad y, tal era el afecto por él que, tres años después de su fallecimiento, añadiría al retrato una breve descripción: "Tenía 82 años y vivió hasta 1519; murió en la mañana del día de San Andrés, antes de salir el sol".

En 1520, Durero se enteró de que Carlos I, sucesor de Maximiliano I, iba a viajar desde España a Aquisgrán para ser coronado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Durero había recibido una pensión anual por parte de Maximiliano -quien le había contratado para llevar a cabo una xilografía gigantesca de dimensiones jamás vista- y tenía la intención de que Carlos I mantuviera esa asignación. Emprendió el viaje a Aquisgrán, esta vez junto a su esposa Agnes y a una sirvienta, que financió vendiendo grabados y otras obras durante el trayecto, y de allí pasó a los Países Bajos entre 1520 y 1521. Durante este viaje y todo el tiempo que pasó en el extranjero, anotó en su diario un fascinante relato de estos viajes, de las audiencias de los monarcas y de los recibimientos que le brindaron sus compañeros artistas, como Lucas van Leyden. Durante este tiempo, Durero dibujó y pintó con frecuencia y muchas de estas obras se conocen por los apuntes de su diario.

A su vuelta de los Países Bajos, Durero volvió a su vida en Nuremberg, dedicándose sobre todo a la producción de grabados y a la redacción de sus proyectados tratados de geometría y ciencia de la fortificación. A la vez, su estilo se volvió más severo y enérgico. 

En 1526, pintó las dos tablas con monumentales figuras de Apóstoles, auténticos campeones de la virtus cristiana, y las regaló al ayuntamiento de su ciudad. En ese mismo año, también realizó los maravillosos retratos de Muffel, Holzschuher y Kleberger, los últimos que Durero llevaría a su fin. Un año más tarde, se publicó, en Nuremberg, su Tratado sobre las fortificaciones de ciudades, castillos y burgos.

El 6 de abril de 1528, Alberto Durero fallece en su casa cuando no había cumplido aún los cincuenta y siete años. Fue enterrado en el cementerio de la iglesia de San Juan y, en su tumba, se puso un epitafio latino dictado por Pirckheimer
Cuanto en Alberto Durero había de mortal
está encerrado ahora en esta tumba.
Fuentes:
  • Vailima.
  • VV.AA. Durero. En Los grandes genios del arte. Madrid, 2005.
  • Wikipedia

Banco de Recuerdos


Tenía esta entrada ya pendiente desde hace tiempo, y ya por fin está publicada. Es una entrada sobre una iniciativa bastante curiosa y útil. No creo que mucha gente lo conozca, y por eso lo publico aquí, para aportar mi granito de arena en la medida de lo posible.


Se trata de una página web, que tiene como objetivo final acabar con el alzheimer, o ayudar a ello. Para conseguir este objetivo lo que hace es recaudar fondos de poca cuantía, pero de  un gran número de personas, para así hacer posible la investigación de esta terrible enfermedad, y poder acabar con ella.

Esta página la descubrí gracias a Ale, y la verdad es que me parece una iniciativa muy buena y bonita. Lo que tu haces en está página es registrar recuerdos. Salen en la pantalla unos cajones, algunos con recuerdos de otras personas, y otros vacíos. Pinchas en uno vacío, y puedes guardar ahí tu recuerdo con tu correo electrónico. Puedes agregar, aparte de  tu nombre, el título del recuerdo, y un texto, una foto, o un video. Una vez hecho esto, puedes apadrinar el recuerdo poniendo tu nombre y tu correo electrónico, y mandando un sms que solo cuesta 1,20 € al 28001 en el que ponga RECUERDO. Es una manera muy bonita de hacer un regalo especial y muy barato a alguien que quieras, y con el que tengas buenos recuerdos.


Aquí dejo el enlace: Banco de Recuerdos

Yo ya soy padrino de mi mejor recuerdo. Espero que vosotros apadrinéis otro, o por lo menos entréis en la página, o se la enseñéis a alguien, que también cuenta.

"¡Copiad Malditos!": Caminos alternativos al "copyright"


Hoy he decidido hacer una entrada sobre un tema bastante interesante, los famosos derechos de autor y la polémica actual sobre la copia y distribución de la cultura. Hoy en día el sistema actual está siendo muy criticado, y parece que es necesario un profundo cambio en la gestión cultural. Aquí podéis ver un documental, de un poco menos de una hora, que me parece muy interesante, y con el que queda mas claro el por qué de esta situación y las posturas de unos y otros. ¿Qué pensáis vosotros acerca de esto?


¿Qué es la propiedad intelectual? ¿Y el copyright? ¿Hasta qué punto se puede poseer una idea? ¿Qué derechos emanan de esta propiedad reconocida ampliamente por la ley desde los tiempos de la revolución industrial?

La ley es clara al respecto y a su abrigo, desde hace décadas, han proliferado las llamadas entidades de gestión de derechos como SGAE, CEDRO, VEGAP etc. que en teoría se dedican a proteger los derechos de los autores. Sin embargo, desde hace algunos años y especialmente desde la irrupción masiva de la sociedad de la información, el sistema se está cuestionando constantemente. ¿Hasta qué punto puede ser un delito copiar? ¿No copiamos todos constantemente cuando pensamos?

Copyright vs Copyleft

Una nueva batalla ha comenzado, las compañías discográficas se quejan de pérdidas millonarias por el famoso 'top manta', mientras que los usuarios piden que se les permita usar una tecnología que está disponible y no se puede mirar hacia otro lado.

Uno de los mayores exponentes de esta realidad es elsoftware libre, y más concretamente el sistema operativo Linux. Hoy en día Linux es casi tan sencillo como Windows y millones de personas lo utilizan en todo el mundo sin tener que pagar por ello. Además, ha sido desarrollado por personas que lo mejoran y lo ponen a disposición del público sin ningún tipo de restricción. En España se han creado varias versiones de este sistema operativo, como la impulsada por la Junta de Extremadura con su pionero Linex.

En el mundo editorial ya existen modelos basados en la publicación libre de las obras en internet. Curiosamente, no hace que las ventas de los trabajos editados en papel bajen, pues los compradores se sienten más seguros al poder leer lo que buscan antes de comprarlo. Asimismo hay cambios en el negocio musical, puesto que miles de grupos y artistas cuelgan sus trabajos en la red olvidándose de los intermediarios y el usuario puede descargarse sus canciones, disfrutarlas y compartirlas.

Los músicos que utilizan este sistema aspiran a poder llenar las salas de conciertos y así vivir de su arte sin tener que negar al público lo inevitable, el derecho a la copia. Se abre así un nuevo sentido de la propiedad intelectual que tiene ya millones de adeptos, es el copyleft.

Copyright: conjunto de normas y principios que regulan los derechos morales y patrimoniales que la ley concede a los autores (los derechos de autor), por el solo hecho de la creación de una obra literaria, artística, científica o didáctica, esté publicada o inédita (Fuente: Wikipedia).

Copyleft: el copyleft es una práctica al ejercer el derecho de autor que consiste en permitir la libre distribución de copias y versiones modificadas de una obra u otro trabajo, exigiendo que los mismos derechos sean preservados en las versiones modificadas (Fuente: Wikipedia).

El documental ¡Copiad, malditos!

En ¡Copiad, Malditos! ponemos sobre la mesa losnuevos retos éticos y morales que plantea la revolución digital y vemos cómo los 'árboles no nos dejan ver el bosque', debido, tal vez, a la sobreinformación.

¡Copiad, malditos! se ha emitido en La 2, dentro del espacio El documental. En él descubrimos a los personajes que están ahora mismo en el centro de esta lucha, como el abogado David Bravo o el escritor Lorenzo Silva. También a algunos ciudadanos que se han armado de valor y con la ayuda desinteresada de abogados experimentados se han lanzado a la lucha legal contra todopoderosa SGAE. 

Hemos entrevistado a los impulsores de nuevos caminos para la edición y distribución de obras. Editoriales y autores del siglo XXI que mantienen que la creación se defiende compartiéndola y demuestran que afortunadamente, hoy la creación intelectual goza de buena salud. En ¡Copiad, malditos! intentamos desenmarañar la red legal que regula hoy en día la propiedad intelectual. Es decir, una serie de textos legales incomprensibles para la mayor parte de los ciudadanos que, sin embargo, se ven diariamente afectados por su aplicación.

Primer contenido Creative Commons en RTVE.es
El documental ¡Copiad, Malditos! es el primer contenido bajo licencia Creative Commons (BY/NC 3.0 Unported) que se emite en Televisión Española. Esto quiere decir que está libre de derechos y que los usuarios se lo pueden descargar gratuitamente en calidad media y en calidad alta.

Tras permanecer dos semanas on-line el documental puede descargarse en la página web de ¡Copiad, Malditos! y verse con la transcripción completa en "A la carta". Por otra parte, en la web copiadmalditos.net pueden encontrarse todas las entrevistas íntegras de los participantes en el documental.

Fuentes:

M. C. Escher: un paseo por mundos imposibles

No entiendo mucho del arte pictórico, pero sí sé reconocer cuando algo me llama la atención y me hace detenerme unos segundos. Quizá por mi mente matemática o mi tendencia a virar siempre hacia las cosas raras, M. C. Escher es el pintor que más me ha atrapado de todos cuantos conozco (el termino "pintor" quizá no es muy acertado para describir a Escher, pero, generalizando, se le puede considerar como tal).

"Self Portrait" (1929)

Maurits Cornelis Escher, M. C. Escher o "Mauk" para los más cercanos, nació en Leeuwarden (Países Bajos) el 17 de junio de 1898. Es conocido por sus grabados y litografías, sus figuras imposibles y sus mundos inventados y ha sido objeto de asombro de muchos matemáticos.

Hijo de un ingeniero hidráulico, desde pequeño no tuvo mucho interés en los estudios; en general, era un mal estudiante, salvo en dibujo donde llegó a destacar. También recibió estudios de carpintería y piano hasta los 13 años. En 1919 empezó a estudiar arquitectura presionado por sus padres en la Escuela de Arquitectura y Artes Decorativas de Haarlem. Tras suspender varias asignaturas dejó los estos estudios de arquitectura y cambia a los de artes decorativas y conoció al profesor Samuel Jessurun de Mesquita. Adquirió buenos conocimientos de dibujo, y llegó a dominar con gran maestría la técnica de grabado en madera.

"Self Portrait in a Chair" (1920)
"Flower" (1920)

Hacia 1922 se mudó a Roma donde estuvo viviendo una larga temporada. Le gustaban el clima y los paisajes italianos, cuyos pequeños pueblecitos costeros supusieron una gran inspiración para muchas de sus obras. En 1924 conoció en uno de esos viajes a Jetta Umiker, que se convertiría en su mujer y con quien tendría tres hijos.

"Inside St Peter's" (1935)
"Tower of Babel" (1928)

Escher también viajó por España, visitando ciudades como Madrid o Toledo, pero sería Granada con su Alhambra y Córdoba con su Mezquita las que le fascinarían de verdad. Lo que aprendió allí tendría fuertes influencias en muchos de sus trabajos, especialmente en los relacionados con la partición regular del plano y el uso de patrones que rellenan el espacio sin dejar ningún hueco.

"Procession in Crypt" (1927)
"Castrovalva" (1930)
"Hand with Reflecting Sphere" (1935)

En 1935 abandonó Italia rumbo a Château-d'Œx (Suiza) debido al clima político que se estaba viviendo en el país con Mussolini en el poder. Tras un par de años en el país helvético, se trasladó a Ukkel (Bélgica) porque el frío clima de los Alpes no le resultaba agradable ni inspirador. En 1941 la familia Escher se iría a Baarn (Países Bajos) y debido al mal clima abandonó sus motivos paisajísticos y comenzó a buscar en su mente una nueva fuente de inspiración.

"Still Life and Street" (1937)
"Cycle" (1938)
"Up and Down" (1947)
"Metamorphosis I" (1937)
"Metamorphosis II" (1940). Tiene unas dimensiones de 19.2 cm × 389.5 cm

Hasta 1951 vivió dependiendo económicamente de sus padres. A partir de entonces comenzó a vender sus grabados obteniendo un buen dinero por ellos. Esto le permitió vivir sus últimos años con una economía personal excelente. Hacia el final de su carrera se dedicó a realizar encargos de copias de litografías y grabados, diseños de sellos, portadas de libros y algunas esculturas en marfil y madera.

"Relativity" (1953). Quizá su obra más famosa
"Ascending and Descending" (1960)

"Waterfall" (1961)
"Moebius Strip II" (1963)
"Snakes" (1969)

Su taller se convertiría entonces en una especie de "máquina de fabricar billetes" hasta que cayó enfermo, lo que supuso un parón en su trabajo. En 1969 realizó "Serpientes" su último trabajo original, que demostraba que su habilidad seguía intacta. En 1970 se traslada a la casa Rosa Spier en Laren (Países Bajos), una residencia para artistas donde disponían de estudio propio.

El 27 de marzo de 1972 a la edad de 74 años Escher fallecería dejando tras de sí más de 400 litografías y grabados en madera, y también unos 2.000 dibujos y borradores. De muchos existen decenas, cientos e incluso miles de reproducciones. Muchas de su obras se vendieron masivamente tras su muerte y están esparcidas por todo el mundo. Un grupo importante está expuesto de forma permanente en el "Museo Escher" en La Haya (Países Bajos).

Fuentes:

Casiano Alguacil, el GRAN fotógrafo toledano

Llevaba ya un par de semanas sin escribir nada, no por falta de ganas, sino por falta de tiempo. Hoy os traigo alguien que, para mi, era un completo desconocido hasta que hice el Proyecto Fin de Máster sobre él y su obra: Casiano Alguacil. Y ya aprovecho para dar las gracias a Juan Miguel Sánchez-Vigil, profesor y tutor de mi TFM, por aguantarme tantos días en su despacho mientras llevaba a cabo el mismo.

Lo que va en estas líneas es, exactamente, lo que encontré acerca de su vida y las características de sus obras. Por esta razón, y por si alguno se quiere atribuir el hecho de haber investigado sobre él mediante la copia íntegra de este texto, aviso que toda esta información está registrada desde 2009. No es ser mala persona, es dejar claro quién se dedica a investigar y quién no. Y ya digo, es por si acaso a alguien se le ocurriese dicha idea. Pero, ante todo, espero que os guste tanto como me gustó a mi tras irle descubriendo poco a poco...

Casiano Alguacil. Retrato. Por Eugenio Rodríguez
Casiano Alguacil Blázquez nació en Mazarambroz (Toledo) el 14 de Agosto de 1832. Fue en este municipio toledano donde transcurrió su infancia hasta cumplidos los siete años, cuando su familia decidió trasladarse a Madrid. En la capital de España conoció a su primera esposa, Ramona Cuesta, con quien se casó en 1856 y de la que poco después enviudaría.

En 1862, regresó a Toledo, encontrando un panorama bastante atractivo para ejercer su profesión. Fotógrafos como el inglés Charles Clifford o el francés Jean Laurent, ya habían inmortalizado la ciudad pero no existía ningún estudio fotográfico fijo en la capital del Tajo, por lo que al llegar Alguacil a la ciudad instaló su primera galería, ubicada en el centro de Toledo, cercano a la plaza de Zocodover y de la calle del Comercio, lo que garantizó que en pocos meses fuera muy conocido y, rápidamente, creciera su fama y se convirtiera en el fotógrafo más activo de la ciudad.

Casiano Alguacil destacó tanto por ser buen profesional como innovador, ya que fue el primer artista local que comerció con fotografías de Toledo. Creó su propio Museo Fotográfico partiendo de la producción de grandes series, con ello pretendía recoger imágenes de los monumentos más relevantes de Toledo, de otras poblaciones de España y del extranjero. No obstante, no hay constancia alguna de fotografías del extranjero, por lo que esta idea inicial se vio algo alterada y, por tanto, los contenidos de su Museo Fotográfico eran principalmente locales y, excepcionalmente, nacionales. Así pues, su producción estaba centrada en la realidad toledana, de ahí que fuera considerado una figura importante como principal cronista local de la época. 

En la década de los setenta, el estado de muchos de los monumentos de Toledo era bastante lamentable, por lo que la Comisión Central de Monumentos encargó a Alguacil la tarea de fotografiarlos ante la posible desaparición de éstos. Así, sus fotografías dejarían constancia gráfica de las obras para la posteridad y, además, constituirían el elenco de detalles arquitectónicos y artísticos necesarios para ilustrar la parte correspondiente a Toledo en la obra Monumentos Arquitectónicos de España, publicada por Amador de los Ríos. Esta obra no fue publicada hasta 1905, aunque se fraguó en las décadas anteriores. La mayoría de estas fotografías, acompañadas de descripciones del autor, aparte de ser encargadas por la Comisión, formaron parte ya del citado Museo Fotográfico, por lo que el artista siguió plasmando en sus placas todo el compendio monumental de la antigua capital imperial. Estas fotografías sirvieron después, en muchos casos, para la restauración de algunos monumentos y, en otros casos, constituyeron la memoria de lo que existía y que, por desgracia, se perdió.
Puerta de Bisagra, ca. 1880. Archivo Municipal de Toledo
Alguacil trabajó el género de los retratos de estudio en el habitual formato carte de visite, pese a que prefería la fotografía de exteriores. A finales de los setenta, destacó, además de cómo fotógrafo, como político, ya que formó parte de la actividad de su municipio y representando los intereses de la gente de clase media, a la que él pertenecía, formada en su mayor parte por comerciantes y profesionales liberales. Así pues, con su ideología revolucionaria y republicana, fue nombrado concejal del Ayuntamiento en 1868 y, poco después, Regidor y miembro de las Comisiones de Teatro e Instrucción Pública, cargo que desempeñaría durante un año al no resultar reelegido en 1869. Ese mismo año, volvió al Ayuntamiento como responsable de la Comisión de Espectáculos, Funciones Públicas, Ferias, Mercados y Orden Interior, cuya misión era supervisar y preparar los festejos a celebrar en la ciudad. Un año después, fue nombrado responsable de la Comisión especial de Aguas (Archivo Municipal de Toledo. (1870). Libros de Actas Capitulares, núm. 289, pp. 26-31), enfrentándose al problema de la gestión y suministro del agua, grave problema de la ciudad. 

En 1871, tras el fallecimiento de su madre, Alguacil pasó algunos meses de soledad hasta que conoció a quien sería su segunda esposa, Elisa Hernández, hija de José Hernández, corresponsal en Toledo del fotógrafo madrileño Suárez.

Durante el siglo XIX, el turismo se fue forjando como una fuente de ingresos bastante rentable para los toledanos, por lo que Alguacil y su cuñada, Salud Hernández, primera guía turística femenina de la ciudad explotaron ese negocio conjuntamente.

A partir de 1874 el artista toledano no volvería a ocupar cargos en el Concejo, aunque siguió siendo persona conocida y respetada entre sus paisanos y, por tanto, pudo dedicarle más tiempo a mejorar su negocio y a la fotografía, realizando las que han sido consideradas sus mejores obras. En esta época, su comercio ya era conocido como Museo Fotográfico, ya que tenía una gran visión comercial. 

Sus fotografías ilustraron varias revistas, tanto de forma regular como ocasionalmente, con imágenes de los monumentos, los tipos y costumbres. Además de inmortalizar monumentos para formar parte de álbumes, realizó gran cantidad de reproducciones artísticas y captó con su cámara los tipos, oficios y costumbres de la época, como hizo el francés Jean Laurent.

Detalle de un patio toledano en la calle de las Bulas,
ca. 1880. Archivo Municipal de Toledo
En 1883, su actividad era frenética, con gran número de clientes, tanto del sector público como privado.

A principios del siglo XX, alcanzó tal popularidad que muchos de los viajeros que pasaban por la ciudad, compraran sus colecciones. Es importante señalar que el fotógrafo Laurent y el editor Calvert, utilizaron sus fotografías para completar sus colecciones de monumentos y ciudades españolas, como ilustraciones para el volumen dedicado a Toledo en la obra Spanish Series. Sin embargo, por su avanzada edad cada vez le dedicó menos tiempo a su labor como fotógrafo pese a ser un gran trabajador, por lo que su actividad fue disminuyendo poco a poco.

En 1906, se celebró en Toledo el Concurso Regional de Fotografía Manchega, donde participaron profesionales y aficionados. El triunfador fue Casiano Alguacil, que no sólo obtuvo el primer premio en la segunda sección, titulada Monumentos, detalles artísticos y vistas de población, sino que también fue galardonado con el Premio de Honor. Estos fueron los primeros reconocimientos a su labor fotográfica.

El 12 de noviembre de 1908, Casiano Alguacil, contando ya con 76 años, donó desinteresadamente al Ayuntamiento de Toledo sus negativos fotográficos, centenares de placas de vidrio y algunos positivos con el fin de evitar que su negocio y su obra cayesen en manos extrañas. A cambio de este legado, el Ayuntamiento acordó concederle un salario diario de 1,50 pesetas para realizar dos cometidos: la creación de un Museo Artístico Fotográfico en las Casas Consistoriales, ocupándose de su instalación, custodia y conservación y, atender la Biblioteca Popular Municipal, que albergaba los libros de temática toledana y fotografías de los principales monumentos de la ciudad. Además, se acordó que recibiría otras 120 pesetas para afrontar los gastos de instalación necesarios, sumando, un total de 694,50 pesetas anuales.

En consecuencia, la obra del artista quedó reconocida al conseguir la ordenación de la colección y se garantizaba su difusión. Por otra parte, Alguacil tuvo la satisfacción personal conservar su propia colección, al tiempo que obtenía un beneficio económico, ya que podría comercializar duplicados de las fotografías a los visitantes. Este museo permaneció abierto hasta algunos años después de la muerte de su conservador pero, con el tiempo, fue abandonado. 

Alguacil cerró su negocio y, el 1 de diciembre de 1911, murió su esposa Elisa. Sus últimos días fueron tristes, en soledad, sin dinero, con su obra esparcida, pero continuando con su labor como conservador del museo fotográfico.

En junio de 1914, ya agotado por sus 82 años, ingresó en la Sala de Distinguidos del Hospital de la Misericordia, donde falleció el 3 de diciembre. Toda la prensa toledana se hizo eco de la noticia, elogiando sus virtudes, su arte, lo que hizo por Toledo, su bondad…. El Día de Toledo, periódico carlista, en su edición del 10 de diciembre de 1914, dedicó unas palabras al fotógrafo con el título “Los que se van: Casiano Alguacil”:
¡Descanse en paz el insigne anciano, el incansable y laborioso fotógrafo, decano tal vez no sólo de los de Toledo, sino de los de toda España!

Alguacil recibió numerosos homenajes póstumos. Siempre fue considerado un gran artista por la cúpula intelectual toledana, como demuestra el acto realizado por el Ateneo de la ciudad el 9 de julio de 1915 en el palacio de la Diputación Provincial. La vida del Museo Artístico y Fotográfico fue efímera y aunque tras la muerte del artista se mantuvo abierto algunos años, acabó cayendo en el olvido, siendo finalmente cerrado. Hacia 1980 el legado de Alguacil estaba formado por un conjunto sin cuantificar de placas de vidrio, copias en papel realizadas por el fotógrafo en vida montadas sobre paspartú y un ejemplar de la publicación Monumentos Artísticos de España, junto con otras copias, también en papel, realizadas después de su muerte.

Según el historiador Publio López Mondéjar (1984:25), “De entre los fotógrafos toledanos primeros, fue el único que tuvo instinto y capacidad suficiente para sacar sus cámaras a la calle y retratar la ciudad y sus gentes, tal como lo habían hecho antes Clifford y, sobre todo, Laurent. Sus fotografías de tipos populares —mendigos, sombrereros, azacanes, barberos— son sencillamente magníficas y tienen mucho que ver con las realizadas en otras latitudes por hombres como Thompson en el Londres de 1877, L. Sawyer en Newcastle, Meadow Sutcliffe en Whittby y, sobre todo, Eugene Atget en el París finisecular”.

Vidal Benito Revuelta (1966:49-62), en su obra Bécquer y Toledo califica a Casiano Alguacil como “un verdadero poeta gráfico —y pionero de la fotografía— de la ciudad imperial”, considerando que Bécquer podría haberse inspirado en sus fotografías para realizar sus grabados para la obra Historia de los templos de España.

Características de sus Fotografía.

La fotografía de Alguacil se caracteriza por el uso de técnicas y materiales habituales en su época, aunque, con el tiempo, se fue adaptando periódicamente a las novedades que iban surgiendo en el mercado. Las emulsiones y soportes empleados fueron:
  • Papel a la albúmina. Proceso inventado en 1847 por Nièpce de Saint Victor consistente en la aplicación de albúmina o clara de huevo, mezclada con cloruro de potasio y yoduro de sodio que, al exponerse a la luz, daba una imagen de gran transparencia y detalle. Precisaba de un fijado perfecto para no perder calidad y se empleó hasta finales del siglo XIX. (Sánchez Vigil, J. M., 2002:16). En sus inicios, lo utilizó para fotografías en sus viajes por las provincias españolas y en sus primeros años toledanos. El uso de esta técnica se generalizó en España a partir de 1850 y Alguacil lo empleó hasta el final de sus días.
  • Negativos de colodión húmedo. Emulsión empleada hacia 1851 para la obtención de pruebas fotográficas, reemplazando a la albúmina. Consistía en una mezcla entre algodón y pólvora (piroxilina) sumergida en diversos ácidos y tratada posteriormente con bromuro de potasio y nitrato de plata. Se exponían las placas a la luz y, antes de que éstas se secaran, debían revelarse mediante la utilización de ácido acético (vinagre) y pirogálico y fijarse con hiposulfito de sodio. (Sánchez Vigil, J. M., 2002:170). Esta técnica supuso una revolución en el mundo de la fotografía, debido a que se redujeron considerablemente los tiempos de exposición, lo que benefició notablemente a este artista, pudiendo retratar la figura humana de forma más realista e, incluso, se consiguió que la emulsión resultante fuera mucho más estable. 
  • Gelatino-bromuro. También denominada placa seca, consistía en una emulsión formada por bromuro de plata y gelatina que, una vez seca, se depositaba sobre la placa de vidrio para su exposición a la luz. Richard Leach-Maddox presentó dicha emulsión en septiembre de 1871. (Sánchez Vigil, J. M., 2002:388). Alguacil comenzó a utilizar este procedimiento en la década de los ochenta, cuando se convirtió en la solución definitiva para la consecución de la placa seca. Consistía en cubrir las placas de cristal con una emulsión formada por gelatina y sales de plata sensibles a la luz.

En cuanto al equipo fotográfico utilizado, era muy difícil de transportar, debido a su elevado peso, sobre todo en sus inicios al trabajarse con placas de colodión húmedo. Los componentes del equipo eran la cámara, el trípode, las placas, los productos químicos y muchos otros artilugios que el artista llevaba consigo en sus desplazamientos. Así pues, el fotógrafo debía poseer una destreza notable para trabajar, usando máquinas aparatosas y revelando en el lugar donde se realizaba la fotografía.

Como dificultad añadida, cabe destacar que el fotógrafo Casiano Alguacil seleccionaba perspectivas recónditas que necesitaban de un gran angular, así como de un encuadre muy pensado. En sus estudios sobre la luz y el espacio, queda patente su gran calidad artística.

En cuanto a la temática de su obra, Alguacil se centró con los asuntos tratados en esa misma época, dentro del círculo internacional. No obstante, logró incluir un toque artístico y personal en su producción, consiguiendo una clara diferenciación del resto de fotógrafos de la época. Así, en sus obras, plasmaba la forma de vida en el Toledo de finales del siglo XIX, mostrando cómo eran sus gentes sin condicionamiento social, es decir, retrataba tanto a mendigos como al más alto prelado de la Catedral Primada de España. Además, con su cámara inmortalizó numerosos oficios de la época, muchos de ellos hoy desaparecidos sin pretender, en ningún caso, la reivindicación de las condiciones laborales, sino todo lo contrario, dejar constancia de una época en la que los hombres mostraban con orgullo y satisfacción su dedicación al trabajo artesanal.

Joven azacán, ca. 1880. Archivo Municipal de Toledo
Debido a su condición toledana, es posible que Alguacil fuera un gran conocedor de los problemas de la ciudad, por lo que uno de los temas a tratar en su fotografía fue el de la falta del agua: Toledo, pese a ser una ciudad rodeada por el río Tajo, no se lograba hacer llegar el agua hasta el casco urbano, lo que dio lugar a la fabricación de distintos ingenios y la generalización de la figura del azacán. Así pues, Casiano Alguacil dedicará parte de su obra a tratar este asunto desde distintas vertientes: aguadores, fuentes, trabajos directamente vinculados al río y la importancia del agua en el día a día de los toledanos.

La parte más extensa de la fotografía del artista toledano sea la dedicada a los monumentos y es que Alguacil, al igual que muchos fotógrafos de su época, vivía de su comercio, por lo que estas representaciones arquitectónicas le proporcionaban un mayor beneficio económico. De este modo, distribuyó sus colecciones fotográficas en distintas entregas, publicando diversos álbumes con las obras más representativas de Toledo: monumentos arquitectónicos y bienes inmuebles, aunque también fotografió una importante serie de elementos artísticos de la catedral, incluyendo pinturas, esculturas, objetos litúrgicos y multitud de artes decorativas.

El testimonio que el artista deja con su cámara oscura es, en definitiva, el de una ciudad artística que está agonizando, por lo que, sus monumentos, calles,…, aparecen casi siempre vacíos, aunque, en ocasiones, llena la escena con personajes de carácter estático y acartonado, como un mendigo sentado o una joven con un cántaro. Así pues, el repertorio fotográfico del autor se centra en lo arqueológico, lo histórico y lo castizo; el resto, son sólo aspectos secundarios. Alguacil supo inmortalizar plazas y calles que hoy, a veces, son desconocidas, por lo que sus fotografías presentar, en mayor parte, un valor testimonial. Sin embargo, el fotógrafo no captó imágenes —o no se han conservado— del Toledo cambiante, como las antiguas Carnicerías o la Casa de Comedias —actual Teatro de Rojas—, así como de edificios que han desaparecido o que fueron sustituidos por otros nuevos. Casiano Alguacil fotografió la capital visigoda pero, no se quedó ahí, sino que recorrió las dos Castillas así como Andalucía para inmortalizarlas con su cámara.
Hotel Castilla. Archivo Municipal de Toledo.
Aunque la especialidad de Alguacil siempre fue la fotografía de monumentos, hay que decir que, como todo fotógrafo del siglo XIX, también se dedicó a la producción de retratos. Éstos, al tener una difusión menor y un carácter mucho más privado que el resto de obras, han llegado en menor cantidad hasta nuestros días.

En relación a la identificación de las fotografías, generalmente, al pie de sus negativos, aparecía la firma del autor de la siguiente manera: Alguacil Fº. Toledo. A continuación, aparecía una breve descripción sobre el tema de la fotografía y, seguidamente, el lugar geográfico al que pertenecía la misma. Casiano Alguacil se encargaba personalmente de adherir esta rotulación al cristal de sus negativos para, posteriormente, acompañar a la imagen positivada. Sin embargo, no todos sus trabajos presentaban esta marca de propiedad, por lo que no ha quedado aludida la paternidad artística de la imagen comercializada.

Como he mencionado anteriormente, la actividad de Alguacil pasó por grandes líneas comerciales del siglo XIX, desde el conocido retrato hasta las colecciones de monumentos distribuidos por entregas a los suscriptores, sin olvidar las famosas cartes-de-visite o tarjetas de visita. También sus imágenes llegaron a revistas y periódicos, provocando un olvido frecuente o, incluso, la usurpación de su propiedad con el paso del tiempo. Muchas de estas tarjetas de visitas salieron de sus grandes y antiguos negativos de vidrio tan conocidos. Hay que añadir que el fotógrafo de Mazarambroz ya editó alguna de ellas antes de 1905, sin figurar la imprenta en la que fueron reproducidas y con el reverso aún sin dividir.
Retrato de una joven toledana en formato carte-de-visite,
ca. 1890. Archivo Municipal de Toledo
Fuentes:
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