Como tercera entrega de las curiosidades de Toledo, hoy os voy a hablar de lo referente a “La Casa del Judio”. Y es que, pareciendo una más de las residencias de la judería toledana, ésta es una casa especial.
Situada en la travesía del Judío nº 4, esta casa había estado un poco abandonada y, algunas partes, necesitaban una rehabilitación urgente. Además, poca gente sabía de su existencia ni de lo que en ella se albergaba. Debido a ello, se llevó a cabo una intervención para rehabilitar tanto sus espacios interiores como su fachada. En el verano de 2010, se volvió a abrir al público, pudiéndose visitar de forma guiada y gratuita, siempre haciendo una reserva previa.
Su construcción aproximada data de entre los siglos XIV y XV. Bien es verdad que se cree que tuvo importantes cambios durante los siglos XVIII y XIX, al sufrir algunas transformaciones para poder darle nuevos usos.
La vivienda en cuestión conserva en muy buen estado las dos partes principales en las que ésta se divide: el patio y el sótano.
PATIO
En el espacio correspondiente al patio encontramos diversas yeserías, ya recuperadas de su anterior mal estado, al igual que unos arcos bastante estéticos y de diferentes tipos en todo el mismo. También, podemos admirar forjados de madera ya recuperada pero que no ha perdido el aspecto antiguo que tenía. En definitiva, se trata de un patio bonito y muy luminoso.
SÓTANO
La estancia se divide en 4 salas: la sala central, de planta cuadrada, y otras a lo largo de tres de sus lados; el cuarto lado, como es obvio, da a la calle.
Accedemos por la sala de la izquierda, bajamos unos escalones y, nos fijamos en el dintel de la entrada. En él, tallada en madera, se observa la inscripción hebrea: “Gracias Te doy porque me has respondido”. Dicha leyenda se relaciona con un fragmento del salmo 118, versículo 21, en el cual se dice: “Aquí está la puerta de Yahveh, por ella entran los justos. Gracias Te doy porque me has respondido, y has sido para mí la salvación.” De esta manera, se da la bienvenida a todos los fieles y puros al interior de la estancia. Esta talla de madera del dintel va acompañada también de motivos florales.
Pasamos, entonces, a la sala central, localizada a su derecha. Si nos fijamos, se pueden ver sus cuatro pilares de ladrillo formando una bóveda, de manera que los ladrillos llegan a la parte superior formando círculos concéntricos. Todo el suelo de las cuatro salas se encuentra empedrado.
La sala del fondo es especial, ya que descubre algunas características de los antiguos dueños de la casa. Al adentrarnos en ella, lo primero que observamos es piedra, y es que esta casa se construyó excavando en la roca madre. Se trata de un aspecto bastante curioso. De hecho, es algo que no se suele ver muy a menudo. Este detalle describe el estatus de la persona que vivía allí, pues, en aquella época, llevar a cabo ese tipo de excavación era bastante caro, por lo que no se trata de una familia precisamente pobre.
A mano derecha, tenemos otra pequeña sala, parecida a la primera, aunque más pequeña y que, mediante unos escalones y una puerta, se comunica con la parte superior del edificio.
Esta residencia perteneció a Isaac Abravanel y, según la leyenda, fue quien prestó parte de su riqueza a la reina Isabel La Católica a cambio de sus joyas, para la expedición que traería como consecuencia el descubrimiento de América.
También se piensa que el sótano de la casa se había utilizado para baños litúrgicos o Mikvah, en los que se sumergían totalmente tras bajar unos escalones. Estos baños se solían construir cuando un judío estaba a punto de llevar a cabo un cambio importante en su vida como, por ejemplo, contraer matrimonio. En esos momentos, bañarse y peinarse era un hábito muy importante para los judíos.
Fuentes:
Interesante, conciso e ilustrativo. Felicidades por el post.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho este post. Está muy bien explicado y redactado. La verdad es que, cuando lo visité, quedé impresionada de cómo podían hacer semejante construcción en pleno corazón de la ciudad.. Muy buena entrada,sí señor
ResponderEliminarGracias por el post juank, muy interesante y escrito de manera pedagógica!
ResponderEliminarno tendrás fotos o enlaces al inscipción y la decoración floral en el dintel?
Tenemos una fotografía de cuando lo visitamos... A ver si la encuentra y puede modificar la entrada para que se vea.... O sino, añadirlo a un comentario... Pero vamos, es una fotografía del detalle,... No se visualiza íntegramente,creo recordar... Pero menos es nada =)
ResponderEliminarMe alegro mucho de que os haya gustado. Ya lo he modificado para que podáis ver la foto del detalle del dintel.
ResponderEliminar¡Muchas gracias por el foto del dintel! (espero poder verlo live próxima vez q estoy en estas latitudes) Ahora, el parte lateral parece que tiene más bien motivos geométricos; ¿esta el deco floral que dices entre las letras hebreas en el parte de abajo?
ResponderEliminarun abrazo K.
Si, tiene como dibujos. Es que no se aprecia bien porque la iluminación de dentro con la de fuera no me permitía hacer una buena foto.
ResponderEliminarPara ir a verlo las visitas se hacen los sábados a las 17:30 de la tarde, y es gratuito. Hay que reservar llamando al 925 25 30 80 o en llendo a la plaza de Amador de los Ríos, donde están las Termas Romanas.
Me han comentado que el nombre "La casa del judio", podría no ser muy acertado para esta casa, ya que puede sonar mal o, incluso en algunos contextos ofensivo, a mi parecer puede que no mucho, pero, quizá si pusieran a alguna caaa "La casa del cristiano" a lo mejor también nos sonaría mal.
ResponderEliminarYa digo que a mi no me parece muy mal, pero propongo que a lo mejor les gustara mas "La casa judía", o incluso "La casa Sefardí", y atraería tanto a judíos como a turistas en general.
También anuncio, que pronto trataré de hacer una actualización de esta entrada con algunos datos interesantes.
Yo le mencioné a mi tía de 84 años que tal vez iría a visitar "La Casa del Judío" y ella me contestó, "¡Qué nombre tan feo, hija mía!" Las dos somos judías.
ResponderEliminarPor lo tanto,Juan K, yo no diría tal vez "feo", pero atroz y ofensivo. Me gusta tu idea de nombres alternativos, por ejemplo, "La Casa Sefardí" o, tal vez, " Casa de una Familia Sefardí".
A mi el nombre que mas me gusta es "La Casa Sefardí"
ResponderEliminarHombre, yo no lo veo como ofensivo, sino como un signo distintivo de un modo de vida. De hecho, yo estaría orgullosa de ese apelativo si fuera judía. Entiendo que pueda verse como algo que haga daño pero, a mi modo de ver, los judíos en Toledo estuvieron (y por mi parte, siguen estando) muy valorados, tanto por sus construcciones como por sus costumbres y creencias. Es mi modo de pensar, a lo mejor me equivoco...
ResponderEliminarDe todas maneras, si hubiera que cambiar el nombre al sitio, también votaría por "La Casa Sefardí" =)
Para mí, es como si me llamaran "sudaca", que tambien lo soy.
ResponderEliminarLos tiempos cambian. Por ejemplo, en Latinoamérica, ya no usamos el apelativo "indio", sino "indígena", para no ofender. Take off those blinders, please. We are living in the 21st century! Or are we still in the days of the blood libel, which I am reminded of cada vez que paso por la puerta que da al patio de la Catedral de Toledo . . . ¿O es que ya han clausurado ese pasillo?
Perdón por mi falta de "pureza" en el idioma, por mi cambio de código lingüístico! Pero esa soy yo: bilingüe y biculturual.
Ale,
ResponderEliminarYo tambien estoy muy orgullosa de que me llamen judia, pero decir "La Casa del Judio" tiene otra co ora ion, o no?
Un video que tal vez os interese:
http://www.youtube.com/watch?v=m6zSCxYuKFA&feature=youtube_gdata_player
Pues si a la comunidad judía le resulta molesto... yo propongo "La Casa Sefardí". Quién esté de acuerdo conmigo lo puede poner aquí.
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