Hoy traemos una nueva curiosidad a este blog. Se trata de la extinción del águila imperial en Toledo, un ejemplar que surcaba los cielos de la ciudad, pero que parece ser que no caía muy bien a algunos. Era 1940, y la vida de un animal como este, no solo no valía nada, sino que daban premio por acabar con ella. Como lo refleja el Diario de Intervención de pagos de ese mismo año, se pagó a M. Torán 1,25 pesetas como "premio por extinción un águila imperial en este término municipal". En el mismo aparece un pago de 1,50 pesetas por seis tornillos, o 6,50 por un saco de cemento. Como veis, el valor de la vida de un animal como este era menos que seis tornillos.
Para que nos demos cuenta de que no somos tan diferentes, pongo el enlace a un artículo de 2009 que cuenta como el ayuntamiento de San Román de los Montes, en Toledo, dice que son "solo pajarracos" para no cambiar sus políticas de urbanismo y seguir adelante con su "ladrillazo".
Público - El pueblo que no quiere Águilas Imperiales.
Fuentes:
Público - El pueblo que no quiere Águilas Imperiales.
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Vaya tela...
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