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Toledo, ciudad con infinitas curiosidades (VI)

Hoy, os traigo una nueva entrega de "Toledo, ciudad con infinitas curiosidades". Esta vez, he decidido investigar un poquito y realizar una breve historia de la ciudad de Toledo. Y digo breve porque si me pusiera a escribir toda, no terminaríais de leer en la vida (ni yo de escribir). Espero que os guste.

Pese a que se tiene conocimiento de la existencia de restos de la Edad del Bronce en el cerro del Bu, la historia cuenta que la ciudad de Toletvm se construyó, en 192 a.C., sobre las ruinas de la Región Carpetana bajo las órdenes del romano Marco Fulvio Nobilior

Tras la crisis y caída del Imperio Romano, los bárbaros irrumpieron en la península. En primer lugar, los alanos y, posteriormente, los godos conquistaron la ciudad de Toledo. Una parte de estos últimos, se asentaron y establecieron como una monarquía: los visigodos, que bajo el mando de Atanagildo en 418, instauraron en Toledo la capital de su reino, siendo una referencia de ciudad para los Godos. El fin de la monarquía visigoda llega con la derrota del rey Don Rodrigo —el último rey visigodo— en la batalla de Guadalete (711) por los ejércitos de Muza. Así, los musulmanes conquistaron Toledo y cambiaron su nombre por el de "Tulaytulah".

En el siglo XI, se produjo la división de Al-Andalus en reinos pequeños, provocando que Toledo se independizara de Córdoba como un reino Taifa. Esto dio origen a un período magnífico de la cultura musulmana en Toledo, en el que el que avanzarían de manera importante las Artes y las Ciencias. 

En el año 1085, el rey Alfonso VI conquistó Toledo y, por consiguiente, quedó incorporada al Reino de Castilla. El protagonismo histórico de esta época en Toledo residió en el extendido tópico de la ciudad en la que tres culturas tan dispares como la cristiana, la judía y la musulmana convivieron en un período tan complicado como la Edad Media. 

Con el reinado de Alfonso X el Sabio, la ciudad alcanzó uno de los periodos de mayor esplendor: se convierte en capital de la cultura europea. Así, la Escuela de Traductores tuvo su apogeo en este momento, debido al traslado de los restos de la biblioteca de Al Hakam II a Toledo. 

Hasta el Renacimiento, Toledo se convirtió en un importante centro político, sobre todo en lo relativo a las sucesiones al trono. La ciudad era, además, un centro estratégico donde se tomaban todas las decisiones militares para la conquista del sur de la Península.

Aunque en 1492 se produjo la expulsión de los judíos de la Península Ibérica, su presencia ha dejado una profunda huella en esta gran ciudad, sobre todo en la zona sur de la ciudad correspondiente a la judería. Aún hoy se pueden contemplar algunos de sus vestigios, principalmente, sus famosas sinagogas.

Con la llegada del Renacimiento Español, Felipe II, trasladó la capital a Madrid, ciudad que creía más adecuada debido a su carácter accesible y sus posibilidades de expansión. Debido a ello, Toledo intentó recuperar la capitalidad llevando a cabo una serie de reformas que le dieran la imagen de una ciudad nueva y moderna. Este es el caso del mecenazgo de obras por parte de la nobleza, con el que se inició una intensa actividad cultural con el fin de realzar la ciudad; también se empezaron a construir modernos y suntuosos palacios siguiendo los modelos renacentistas. 

Es en este momento cuando llegó a Toledo El Greco, concretamente en 1577, tras viajar por Italia donde adquirió su formación como artista. Los eclesiásticos de buen nivel económico se convertirían en sus importantes clientes, ya que vieron en el pintor cretense una fácil difusión de ideales de la Contrarreforma en una ciudad como Toledo.

A partir del siglo XVII, Toledo evolucionó de ciudad palaciega a ciudad conventual, debido a una amplia proliferación de congregaciones y órdenes religiosas, en su mayoría, financiadas por la nobleza y la monarquía con el fin de asegurar un futuro y una buena educación a sus hijos, servir de panteón o incluso la gran devoción de un rey o reina por una orden en especial. Actualmente, los conventos en Toledo continúan configurando una parte señalada de la ciudad pese a su disminución.

Con la revolución de 1868, se recuperaron las esperanzas de ciudad moderna debido a la realización de obras públicas para obtener la infraestructura básica y recobrar su antiguo esplendor: dotación de luz eléctrica, abastecimiento de agua corriente, establecer una red de telefonía, el ferrocarril,….  Fue en estos momentos cuando Toledo intentó solventar uno de sus asuntos pendientes: el abastecimiento de agua. Aunque los romanos lograron conducir las aguas del Tajo gracias a un sistema hidráulico que incluía un acueducto —aún hoy podemos observar sus restos—, los posteriores ensayos de proveer de agua a la ciudad fueron inútiles. Únicamente, el artificio de Juanelo logró en parte este objetivo, debido a su corta duración. 

Con este afán de modernizar la ciudad, se realizaron además numerosos miradores, con el fin de aprovechar su patrimonio arquitectónico y a la localización de la ciudad, ya que permite admirarlo en toda su magnificencia.

Durante la Guerra Civil Española (1936-1939), retomó su protagonismo debido a la resistencia en el Alcázar de uno de los bando combatientes: el bando sublevado, con el Coronel Moscardó a la cabeza. Tras este periodo bélico, la población toledana se extendió más allá del recinto amurallado, emprendiendo un nuevo período de su historia. Con la recuperación de la democracia y la nueva estructura territorial autonómica, en 1982, Toledo logró convertirse en capital de la región de Castilla-La Mancha. En 1986, Toledo es nombrada “Ciudad Patrimonio de la Humanidad” por la UNESCO. 

Vista de Toledo desde la Piedra del Rey Moro. Fuente: Alejandra Rodríguez Campos
En resumen, Toledo ha sido, desde sus inicios, un cruce de civilizaciones con distintas culturas y razas —romanos, visigodos, musulmanes, judíos, mozárabes y cristianos— y, a lo largo del tiempo, cada una ha dejado su huella. Toledo es una ciudad única, con una historia que se explica por sí sola a medida que uno camina por su casco histórico, se pierde en sus calles, visita sus patios, observa sus monumentos y vive su cultura y su magia.

Fuentes
  • FERNÁNDEZ DEL CERRO, J.; BARRIO, C. Topografía del Toletum prerromano. En "Bolskan: Revista de arqueología del Instituto de Estudios Altoaragoneses", nº 19, pp. 359-368.
  • Fundación El Greco 2014.
  • Historia de Toledo.
  • LEBLIC GARCÍA, V. Breve historia de Toledo. Toledo, 2010.
  • LÓPEZ-COVARRUBIAS MARTÍN-CARO, J.A. Cronología histórica de Toledo. Toledo, 2008.
  • Mariola Hipólito: Procuradora de los tribunales.
  • Toledo Olvidado.
  • VV.AA. Historia de Toledo: De la prehistoria al presente. Toledo, 2010.
  • VV.AA. Toledo y su provincia en época visigoda. Toledo, 2011.
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1 comentario:

  1. Me encanta la entrada. Creo que mucha gente lo debería leer para acercarse un poco más a la historia de Toledo

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